El mediodía del pasado viernes 19 de junio, iniciando el tercer mes de la cuarentena por la Covid-19 en el país, la noticia alegró a todos los venezolanos: el papa Francisco aprobó en el Vaticano la beatificación de José Gregorio Hernández.
En su audiencia con el Cardenal Angelo Becciu, entonces Prefecto Emérito de la Congregación para las Causas de los Santos, el Pontífice autorizó el decreto que declaró beato al médico venezolano.
El martes 16, la comisión de cardenales y obispos de la referida instancia de la Santa Sede había ratificado, en sesión solemne y por unanimidad, el milagro realizado por intercesión del doctor nacido el 26 de octubre de 1864, en Isnotú, en Trujillo, en la niña guariqueña Yaxury Solórzono Ortega.
Había sido aprobado el lunes 27 de abril por todos los integrantes de Comisión Teológica del Vaticano, después de su certificación también por unanimidad por la comisión de médicos el jueves 9 de enero.
Los teólogos decidieron que efectivamente se realizó por intercesión del Venerable suplicada con devoción y fe por la madre de la pequeña justo cuando iba a ser sometida a una intervención quirúrgica de cráneo con pronóstico reservado y por uno de los médicos que participó en la cirugía.
La cirugía tuvo lugar en el Hospital Pablo Acosta Ortiz, en San Fernando de Apure, el 11 de marzo de 2017, cuando la menor tenía 10 años.
Previamente, siete especialistas italianos confirmaron que la curación de la muchacha llanera carecía de explicación científica.
Un país emocionado
El tan esperado anuncio de la elevación a los altares patrios del llamado médico de los pobres, considerado “santo” por la mayoría de los venezolanos y devotos de países vecinos debido a sus “miles de milagros” realizados a partir de su muerte por arrollamiento en Caracas el 29 de junio de 1919, emocionó al país.
Significaba el último paso para que el Venerable trujillano se convierta en beato.
El anuncio oficial lo realizó en rueda de prensa el cardenal Baltazar Porras, arzobispo de Mérida y administrador apostólico de la arquidiócesis de Caracas, quien 17 meses antes presentó, junto con la postuladora de la causa, la abogado italiano argentina Silvia Correale, presentó el expediente del milagro ante el Vaticano.
Lo entregaron el 18 de enero de 2019, aunque varios milagros sin aprobación por las referidas comisiones había presentado la causa de beatificación de 1949.
“Hoy es un día de gracia muy especial para Venezuela, es un regalo del señor y del papa Francisco que nos une para dar gracias a Dios", enfatizó el cardenal.
Y anunció el cardenal Porras que el paso que seguía a la aprobación de la beatificación por parte del papa Francisco era la exhumación de los restos de José Gregorio Hernández que reposan en la Iglesia de La Candelaria, en Caracas.
“Se haría después de que se levante el confinamiento, podría ser para la segunda quincena del mes de octubre”, aseguró.
Al ser consultado sobre la ceremonia de la beatificación, de la que en abril adelantó que se realizará en Caracas, dijo: "La Comisión está en el estudio del momento de la beatificacion, habrá que fijarlo para el próximo año". "No tiene fecha aún, queremos hacerlo cuando se levante el confinamiento", agregó.
"Tengo la corazonada, que una vez tengamos la beatificación, no pasarán 70 años para poder ver la canonización del doctor José Gregorio Hernández", dijo el arzobispo de Mérida, aclarando que para la declaratoria de santo se necesita la aprobación de otro milagro por el Pontífice.
Once días después, la arquidiócesis de Caracas anunció a través de un video en sus redes sociales que la exhumación se realizaría el lunes 26 de octubre, cuando se conmemorarían los 156 años del natalicio del médico venezolano.
Exhumación en los 156 años del natalicio
Ese día, el cardenal Baltazar Porras y el equipo de expertos que lo acompañó abrieron el nicho e iniciaron la exhumación en la referida iglesia caraqueña, contando con la presencia de la niña beneficiaria del milagro, Yaxury Solórzano Ortega, ahora de 13 años.
Porras instó a los venezolanos a sentirse parte del hecho, aun cuando estuvieran desde sus hogares.
Aseveró que “la exhumación es un acto de fe en la resurrección. Estamos ante los despojos mortales de alguien que tenemos la certeza está en el cielo. No estamos ante un cadáver, sino un resucitado”.
Patólogos y peritos forenses determinaron después de dos días de investigación que el acta de exhumación elaborada en 1975 coincide con lo que se encontró en el "moisés" donde responsan los restos del venerable médico trujillano desde 1939.
El administrador apostólico de Caracas manifestó su emoción por el resultado del trabajo realizado con un “profesionalismo impresionante”, cumpliendo los protocolos establecidos.
Reveló que en esta segunda exhumación se constató, entre otros detalles, que los huesos del lado derecho del cráneo del llamado médico de los pobres “están rotos, quebrados”, por la caída que le provocó la muerte, que “tuvo que haber sido instantánea” porque “se fracturó el cráneo y la mandíbula”.
Y la exhumación culminó el sábado 31 de octubre, cuando se presentaron el informe final y las reliquias recolectadas que serían luego enviados al Vaticano, entre ellas la clavícula derecha
Beatificación después de Semana Santa
El prelado adelantó el 26 de octubre que esperaba que la beatificación del Venerable trujillano se realice “a mediados del mes de abril” de 2021, es decir, "una o dos semanas después de semana santa".
“Ojala sea al aire libre, para que podamos participar millones de personas”, dijo.
En ese sentido, monseñor Tulio Ramírez, postulador de la causa de beatificación de José Gregorio Hernández y quien fungía como obispo auxiliar de Caracas, confirmó que se realizará en Caracas.
Será entonces cuando se convertirá en el primer hombre y laico venezolano en ser beato, sumándose a las religiosas Madre María de San José, Madre Candelaria de San José y Madre Carmen Rendiles.
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