Portugal derrotó este martes 2-1 a República Checa en su debut en la Eurocopa, luego de comenzar perdiendo.
Los lusos no mostraron un buen juego y supieron estar en desventaja frente a un combinado checo que se dedicó a defender cada ataque rival con sus once hombres de campo. Así y todo, gracias a una noche fatídica del zaguero Robin Hranac y la aparición angelical de Francisco Conceicao, se llevaron tres puntos importantísimos.
La idea de Roberto Martínez era emular lo hecho en el último amistoso ante Irlanda, donde se vio un combinado luso realmente serio, con una imponente contundencia en defensa y un poder de fuego ofensivo que podía preocupar a cualquier defensa del planeta Tierra, con el liderazgo de un Cristiano Ronaldo revitalizado para una de sus últimas actuaciones con la camiseta de su nación.
Nada de ello ocurrió. En el apartado defensivo, los portugueses sufrieron frente a las pocas aproximaciones checas y, en el minuto 16 del complemento, recibieron un gol que los puso parcialmente en desventaja.
Por otro lado, la ofensiva corrió con la misma suerte: fallaron chances claras en la primera mitad y, ya en la segunda, no exhibió una peligrosa creatividad, sobreexplotando el recurso de los centros y presentando un juego asociado bastante pobre.
La historia parecía repetirse en la Euro. Así como Bélgica cayó ante Eslovaquia, Ucrania fue goleado por Rumania y Dinamarca igualó con Eslovenia, Portugal parecía tener todos los boletos para integrarse al grupo de las grandes sorpresas de la primera fecha del certamen europeo. Hasta que apareció Hranac para arruinar el plan perfecto que había confeccionado su entrenador Ivan Hasek.
Primero, el zaguero de 24 años protagonizó una jugada mal afortunada con el arquero Jindrich Stanek, con un rechazo fallido que rebotó en su pierna y terminó en un gol en propia puerta que igualaba el marcador para los lusos.
23 minutos después, a falta de pocos segundos para que el árbitro pite el final del encuentro, Robin tuvo un error garrafal, al no poder controlar un previsible centro de Pedro Neto y dejarle la pelota servida a Conceicao para el 2-1 final.
Tras consumarse su victoria, los jugadores del seleccionado portugués se abrazaron sobre el césped del Red Bull Arena de Leipzig y celebraron el importante triunfo obtenido. Igualmente, el árbol no debe tapar el bosque, los garrafales fallos de aquel zaguero checo no deben opacar la poca producción ofensiva y, sobre todo, la obtención de los tres puntos no significan que ha sido un estreno ilusionante.
Ahora, Portugal tendrá cuatro días para preparar su segundo encuentro en la Euro, donde se mide con Turquía, en un cruce que podría garantizarles un lugar dentro de los octavos de final del torneo continental.
En el mítico Signal Iduna Park de Dortmund, Martínez buscará unas certezas que le permitan consolidar un once titular para los playoffs y, de paso, ilusionen al pueblo luso con la segunda coronación de su historia.
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El gol de Francisco Conceicao y la celebración de los jugadores 🇵🇹♥️https://t.co/RHde33I19Q pic.twitter.com/zBw01nPHOp
— Arielipillo (@arielipillo) June 19, 2024
Fuente: Olé
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