El Consejo Universitario de la Universidad del Zulia (LUZ) aprobó decretar el Año Jubilar del Doctor Régulo Pachano Áñez, exrector de la casa de estudios, en ocasión del centenario de su natalicio.
La información fue suministrada por la rectora Judith Aular de Durán, en el marco del homenaje realizado este martes 8 de octubre por la Facultad de Medicina a quien fuera rector de LUZ entre 1972 y 1976, tras ser vicerrector entre 1968-1972.
LUZ honrará entre 2024 y 2025 la vida y obra del “médico pediatra y reconocido por todos los miembros de la comunidad universitaria, en cuya gestión se creó la Facultad Experimental de Ciencias”, afirmó la rectora, según publicó la Televisora de La Universidad del Zulia (TeveLUZ) en su cuenta de Instagram.
“Un hombre recto, comprometido, responsable, ético, lleno de grandes valores, que le dio a la Universidad del Zulia lo mejor. Recordamos a nuestro querido amigo y pediatra rector Régulo Pachano Áñez”, continuó Aular de Durán.
En el homenaje de este martes 8, en el Auditorio Antonio Borjas Romero, el doctor Freddy Pachano Arenas, hijo del exrector, leyó una semblanza sobre el doctor Régulo Pachano Áñez, escrita por el gestor cultural y abogado Régulo Pachano Olivares, otro de sus hijos, desde Buenos Aires, Argentina.
Rechazó ser ministro de Educación
El también profesor titular de la Facultad Experimental de Arte (Feda) indica que, para su progenitor, nacido en Maracaibo el 5 de julio 1924, “la Universidad del Zulia fue su pasión y el instrumento más humano para contribuir en el desarrollo, crecimiento y profesionalización de todos aquellos que pasaron y vivieron esta Alma Mater, como docentes, investigadores, estudiantes, personal administrativo y obreros”.
“Mi padre nació en el seno de una familia muy humilde en el callejón Santa Elena de Maracaibo, cerca de la Bola del Gas y detrás del Asilo San José de la Montaña, hijo de Tarsicio Calixto Pachano, falconiano y Elisa Áñez de Pachano, zuliana, quienes procrearon y educaron a sus hijos, entre la venta de agua en burro, y los tejidos y bordados de la familia. Nacieron de esta unión María Teresa, Aura, Lesdia, Ada, Régulo Regino y Germán Pachano Áñez”, prosigue Pachano Olivares, quien labora en el emblemático Teatro Colón, de la capital argentina.
Continúa: “Estudió en el Colegio Los Maristas, muy cerca de su casa, pues su familia era muy católica y donde los valores de amor al prójimo eran fundamentales en el núcleo familiar, como valor. Más tarde indiscutiblemente este valor afloró en vocación por el servicio público”.
“Siendo muchacho, en Santa Elena y la Cañada de Santa Elena jugó pelota, pues fue un amante del béisbol, incluso fue lanzador de importantes equipos de aquellos años de su querido Maracaibo, acompañado de sus vecinos y compañeros de cuadra, entre quienes estaban los La Roche, los Yépez Boscán, las Acosta y hasta descendientes y parientes de la familia de Jesús Enrique Lossada”.
“En ese andar entre sus estudios secundarios, floreció su liderazgo y pasión por la justicia, pues durante la dictadura de Marcos Pérez Jiménez se fue al exilio a Bogotá, Colombia, donde incluso convivió un tiempo importante con Carlos Andrés Pérez, quien luego fue presidente de Venezuela, y con quien tuvo una relación de amistad muy importante, que incluso luego aportó a nuestra Universidad momentos significativos como la entrega de los terrenos del antiguo aeropuerto Grano de Oro y el ofrecimiento para ser ministro de Educación al terminar su Rectorado, el cual rechazó, pues en el Zulia todo estaba por hacerse, decía él”, añade el gestor cultural en la semblanza de su progenitor, noveno rector desde la reapertura de LUZ.
La medicina, un sacerdocio
Detalla que el exilio en Colombia de su padre “no fue largo, pues apenas curso un año de estudios de Derecho; luego regresa a Maracaibo, bajo la exigencia de su padre a Venezuela, para estudiar Medicina en la Universidad de Los Andes, donde tuvo una vida política estudiantil muy activa, que incluso lo llevó a estar preso en más de una docena de veces en su lucha por la democracia, la libertad de expresión y el militarismo. Realmente fue actor y protagonista contra el totalitarismo militar de la época”.
“Al graduarse de médico cirujano, regresa a Maracaibo, se casa con Alice Olivares de Pachano; en Maracaibo nacen todos sus hijos: Elisa, Jorge Antonio, Régulo Alfredo, Régulo Leonardo, Freddy, Deinys y Carlos, indiscutiblemente fue un padre abnegado y quien nos dio en todas las generaciones, una educación en valores y principios con profunda humanidad”.
Destaca, además, Pachado Olivares, que “la medicina no fue solo su profesión, fue algo superior, un sacerdocio que se inició siendo el primer médico de Sabaneta de Palma, cruzando el Lago; luego por intermedio de su pediatría, que le permitió crear la cátedra de puericultura y pediatría junto a los recordados pediatras doctor Maíz Vallenilla y Carlos Castillo en la Facultad de Medicina de LUZ; junto a pediatras ilustres como Torrez Vera, Darío Montiel Villasmil, Haydee Parra, Evelina Fonseca, Consuelo Chacín, Leyda Ferrer, Lupe Urdaneta Besson, Euro Guerrero, era de aquellos médicos que con su maletín y estetoscopio visitaba casa por casa, pernoctaba al lado del paciente infante con los padres, independiente del día y hora que fuese; mis hermanos me cuentan que hubo navidades donde el paciente exigía su presencia y él se quedaba allí junto al niño que necesita de sus cuidados y del soporte emocional de sus padres, lo humano siempre privó en su hacer”.
“No puedo dejar de mencionar sus años de servicio sin remuneración en el Hospital de Niños de Maracaibo, o recibir con una sonrisa, las madres de escasos recursos económicos de la zona, que llevaban a sus niños al Centro Clínico diagonal al Parque Urdaneta y que él atendía por su visión y papel del médico en una Venezuela que lo requería”, enfatiza.
Resalta, además, el profesor titular de la Feda que la docencia en LUZ del doctor Régulo Pachano Áñez “fue por más de 25 años, la cual no abandonó en ningún momento, hasta siendo autoridad universitaria, primero como vicerrector y luego como rector entre 1967-1976, pues iniciaba su recorrido por hospitales a las 5.30 de la mañana, nos llevaba al colegio muy temprano, y las 7.00 de la mañana en el Hospital Universitario los esperaban los estudiantes; luego al Rectorado, atender la familia, su consulta privada, y nunca olvidarse de lo que pudiera hacer por lograr para Maracaibo y la Universidad otros réditos adicionales a lo académico, en el campo deportivo y cultural por ejemplo”.
Aportes a LUZ
“Trabajó y fue creador junto a personajes con el Musiu La Cavalerie y Andrés Dechene de la Confederación de Béisbol del Caribe, que luego de convirtió en la Serie del Caribe; fue director regional de Salud al caer la dictadura, presidente de la Junta Conservadora del Patrimonio Cultural del Zulia, luego de los acontecimientos contra el Centro Histórico de Maracaibo y sus barriadas populares, y que logró junto Sergio Antillano y Carmelo Contreras, gobernador del Zulia, detener la demolición del Teatro Baralt”.
Sigue Pachano Olivares en la semblanza que escribió del doctor Régulo Pachano Áñez: “Como podemos ver la academia, su sentir y visión de la salud pública y todo lo que contribuyera en la formación integral del ciudadano era epistémico en su filosofía de gestión; lo que le permitió plantearse siempre como objetivo de su hacer, la transformación y renovación, que lo público estuviese al servicio de todos, lo humano y el enriquecimiento del alma junto al desarrollo mental y físico del ser humano, amalgamado a la palabra dialoguista, articuladora que en tiempos complejos de la política universitaria de los vigorosos años 70, y de la cual la Universidad del Zulia no estaba ausente, ni escondida ni tímida; sino valorando su autonomía como proceso educativo libre y universal, entre diferencias, divergencias y conflictos, donde se construía y soñaba futuro, creando facultades como Ciencias, escuelas como Ingeniería Eléctrica, Trabajo Social y Sociología; los núcleos de la COL y Punto Fijo, centros de investigación, así como innovadores proyectos como la televisión educativa y la propuesta de creación de la Primera Emisora de Radio para una universidad pública en Venezuela, la creación de la Orden Jesús Enrique Lossada entre otros proyectos que fueron mancomunados con el Gobierno nacional de la época, como la creación de la Funda Ayacucho creada por el Gobierno nacional y quien fue uno de sus firmantes juntos a los recordados rectores Perucho Rincón Gutiérrez de la ULA, el rector Rafael Neri de la UCV; Maíz Vallenilla de la Simón Bolívar”.
“Y no podemos dejar de mencionar su sueño, que incluso fue eje central de su discurso en la entrega de su cargo como Rector al nuevo Rector de LUZ en 1976, doctor Humberto La Roche, en el Teatro de Bellas Artes de esta ciudad cuando presentó el Proyecto de Integración de las Universidades de Colombia con la Universidad del Zulia, que iniciaba con intercambios culturales y deportivos, para darle paso a bases sólidas en lo académico, en programas de pregrado y postgrado, especialmente en el área de salud por razones geopolíticas”, adiciona.
Recalca Pachano Olivares que su padre “falleció muy joven a los 57 años de un Síndrome Mieloproliferativo el 8 junio de 1982, en su lecho de enfermo nunca dejó de pensar y repensar la Universidad del Zulia, en sus ángeles, los mismos de Andrés Eloy Blanco y ver su Maracaibo vigorosa, protagónica y capital del estado más rico en lo humano, científico y cultural de Venezuela, para él la reforma y transformación de la Universidad venezolana era el enlace vital entre lo universitario y lo político, pues como decía Deodoro Roca, el puro universitario es una cosa monstruosa”.
“Su obra y legado lo tenemos, lo hemos transitado y seguiremos transitando; a veces olvidado y no reconocido, por esos agradecemos este reconocimiento a su memoria en su centenario del natalicio, por parte del decano de la Facultad de Medicina, doctor Sergio Osorio, y la Facultad de Medicina, pues juntos seguiremos siendo custodios de principios convertidos en sus deseos: de una universidad abierta, es decir pública, universal, nacional, internacional, autónoma, popular, intensa, extensa, hospitalaria, común, critica, plural, transformadora y fiel defensora de la memoria e identidad cultural zuliana”.
“Universidad, autoridades, comunidad universitaria, amigos y familia, hoy conmemoramos los 100 años del nacimiento de Régulo Regino Pachano Áñez, con este emotivo encuentro, momento para que todos asumamos en conciencia y hacer, la vocación de servicio y lucha por un Zulia y su universidad dignamente, líder y bastión del pensamiento libre, independiente y profundamente humana como fue su visión y deseo”.
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