La historia reciente de Tigres de la UANL no se puede entender sin la figura de Ricardo ‘Tuca’ Ferretti. El entrenador brasileño-mexicano fue el arquitecto del equipo que dominó el fútbol mexicano durante más de una década, logrando construir una identidad de juego que ha quedado grabada en la memoria de la afición.
Desde su llegada en 2010, Ferretti cambió por completo el rumbo del club, llevando a un equipo irregular a convertirse en una verdadera potencia de la Liga MX.
Un regreso triunfal a Tigres
Las expectativas eran moderadas cuando Ferretti regresó al banquillo de Tigres en 2010. En sus etapas previas entre 2000 y 2003 y 2006 había alcanzado dos finales, aunque sin consagrarse en ninguna de ellas. En su segundo ciclo, el técnico logró armar un equipo competitivo, sólido en defensa y muy organizado tácticamente.
Bajo su mando, Tigres adoptó un estilo de juego basado en la solidez defensiva, una forma que contrastaba con la de la mayoría de los equipos mexicanos, con un fútbol más ofensivo y abierto.
Su primer gran éxito en su tercera etapa llegaría con el Apertura 2011, título que le puso fin a una sequía de 29 años sin festejos ligueros. Aquella consagración no sólo significó el primer campeonato para Ferretti en Tigres, sino también el inicio de una era dorada para el club.
La década dorada: múltiples títulos y éxitos internacionales
Desde aquel primer título en 2011, Tigres asumió un rol protagónico en el fútbol mexicano. En los años siguientes, el equipo sumó cinco títulos de liga (Apertura 2015, Apertura 2016, Apertura 2017, Clausura 2019) y tres títulos de Campeón de Campeones (2015-16, 2016-17 y 2017-18), además de los subcampeonatos del Apertura 2014 y el Clausura 2017.
Ferretti también logró posicionar al club en el ámbito internacional por primera vez en su historia. Quedó a solo un paso de ser el primer equipo mexicano en alzar la Copa Libertadores de América con la inolvidable campaña en la edición 2015. La derrota sufrida ante River Plate en el Estadio Monumental no impidió un amplio reconocimiento para los felinos, y le dio la certeza a la institución de su capacidad para competir al más alto nivel internacional.
Con el envión que significó ubicarse en el 2º lugar de la prestigiosa Copa Libertadores, Tigres comenzó su camino hacia su primer título internacional, no sin antes tropezar. Tres nuevos subcampeonatos en la Liga de Campeones de la CONCACAF, uno de ellos ante Rayados, dieron lugar a la tan ansiada consagración en 2020.
El 22 de diciembre de aquel año, el conjunto de Ferretti superó por 2 a 1 a Los Ángeles F.C. en Orlando y se quitó de encima una pesada carga con su primera ‘Concachampions’.
Como campeón de su confederación, se ganó el derecho a participar por primera vez de un Mundial de Clubes y allí nuevamente sellaría un hito de su historia. En un certamen en que los equipos de CONCACAF suelen quedar eliminados en instancias previas, Tigres alcanzó la final y peleó de igual a igual ante el poderosísimo Bayern Munich. El por entonces campeón de Europa se terminaría imponiendo por 1 a 0 con un tanto de Pavard, pero para Tigres el orgullo quedaría a salvo.
Un legado de estabilidad y continuidad
Uno de los aspectos más destacados de la etapa de Ferretti en Tigres fue la estabilidad que proporcionó al club. En un fútbol mexicano marcado por los constantes cambios de entrenadores, ‘Tuca’ se mantuvo en el cargo durante más de 10 años, un logro prácticamente inédito en el ámbito nacional. Su permanencia en el banquillo le ha permitido construir un proyecto sólido a largo plazo, lo que pocos clubes en México han logrado.
Bajo su dirección, Tigres fue un equipo conocido por su disciplina. Ferretti supo gestionar un vestuario lleno de estrellas, con jugadores como André-Pierre Gignac, Guido Pizarro y Nahuel Guzmán, manteniendo siempre un ambiente de trabajo enfocado en los objetivos colectivos.
No se caracterizó por ser un entrenador que apostara por el protagonismo individual, sino por la fortaleza del grupo.
A lo largo de su mandato, Ferretti mostró una gran capacidad para adaptarse a los cambios en el fútbol, ajustando su estilo de juego según las necesidades del equipo y del rival. Si bien siempre fue fiel a su enfoque defensivo, supo incorporar elementos de ataque que permitieron a Tigres ser un equipo versátil y equilibrado.
El fin de una era y el futuro de Tigres
En 2021, después de más de una década al mando, Ferretti dejó su cargo como entrenador de Tigres, marcando el fin de una era histórica para el club. Aunque el equipo sigue siendo uno de los más importantes de la Liga MX, el vacío que dejó es evidente: desde su salida, ya han pasado cinco entrenadores por el cargo.
Su legado no solo se mide en los títulos conseguidos, sino en la identidad y el respeto que logró construir alrededor de Tigres. Con él, Tigres se consolidó como un equipo grande en el fútbol mexicano, y su impacto en la historia del club será recordado por siempre.
El reto para el club es seguir construyendo sobre esa base, adaptándose a los nuevos tiempos y manteniendo el nivel de competitividad que supo llegar a tener.
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