Una encuesta realizada por el Diario La Verdad este lunes 17 de marzo en el casco central de Maracaibo reveló que los ciudadanos son afectados de manera continua por los cortes de electricidad, elementos que se convirtieron en un fenómeno recurrente del día a día de los citadinos.
Tal es el caso de Neptalí Soto, habitante de Los Haticos, en el sur de la ciudad, quien comentó a este medio que siempre se va la electricidad “tanto de día como de noche”.
“Anoche se fue y vino relativamente temprano. Pero en la madrugada se nos volvió a ir, me vine de mi casa sin luz, creo yo que debe de haber llegado. Ese es el sistema que estamos pasando”, denunció.
El señor afirmó que sufre con dos cosas, “la luz y el agua” y que el servicio eléctrico se va “dos, tres o cuatro horas al día”, afectando su calidad de vida y la vida útil de sus electrodomésticos.
“Se me dañó un abanico… ¿Qué voy a hacer? Eso no lo arregla Enelven (Corpoelec), tampoco tengo nevera porque se me quemó hace cuatro años. Esos son poco de billetes que voy a gastar. Ni Enelven ni el gobernador ni el alcalde me lo darán”, indicó, en tono indignado.
La joven Karlis Rodríguez, residente del barrio Integración Comunal 6 de Enero, afirmó que también sufre el no tener electricidad dos veces al día en su hogar.
“Cuatro horas al día, de forma imprevista porque ni siquiera tienen una hora específica para quitar la luz ni nada”, expresó.
La muchacha afirmó que le afecta “por el calor” porque en muchas ocasiones la luz se va a las “12.00 del mediodía o 1.00 de la tarde” y hace “demasiado calor”. De igual forma en la noche, cuando “los zancudos hacen fiesta”.
“Yo quiero que pongan un cronograma de racionamiento, que avisen. Que las autoridades pongan de su parte con el problema”, manifestó.
Situación que afecta en toda Maracaibo
Guillermo Ferrer, quien vive en la urbanización La Rotaria, en el oeste de la ciudad, informó que se le va la electricidad “un día sí y un día no” por cuatro horas. Exhortó a las autoridades a resolver el problema de raíz.
“Es tanto así con los cortes que se me dañó la computadora, el CPU. Yo creo que lo mejor es poner un cronograma”, especificó.
Marisela Aguilar, del sector La Rinconada, expresó que todos los días se la quitan “durante tres horas, de forma prevista o imprevista” y que, pese a que en pocas ocasiones el servicio dura más de tres horas sin llegar, afecta de forma continua a los residentes.
“A veces tenemos que cocinar con cocina eléctrica o con leña y viceversa, porque no tenemos gas”, declaró.
“No tenemos corotos”
María González, nombre cambiado a solicitud de la mujer, vive en el barrio San Pedro 1. Alegó que todos los días tiene que sufrir “dos veces” que se vaya la luz “cuatro horas”, es decir, ocho horas diarias.
“Se va totalmente imprevista ni siquiera interdiario, un día sí un día no, ya no, ya no sabemos a qué hora se nos va a ir”, expresó.
La mujer enfatizó que “no tiene corotos” por culpa de los apagones y los categorizó de “terribles”.
“Tengo dos niños pequeños, te puedes imaginar, sin televisor, sin agua fría. Ahora tengo que comprar hielo, no puedo comprar las carnes y guardarlas, sino todo diario”, enunció, indignada.
La señora María exigió más atención a las autoridades: “Que se apersonen sobre el problema, porque ya tenemos mucho tiempo en el Zulia con esto”.
Desde el barrio María Concepción Palacio, la señora Blanca Villalobos, apuntó que “todos los días por cuatro horas” se les va la electricidad y que “no las pelan un día”.
“¿Corotos? ¡Uff! Me han dañado neveras, aires, televisores. Allá los tengo en la casa, arrimados”, expresó.
Indicó que la situación de los cortes eléctricos “afectan en todo” puesto que “los muchachos se enferman y los alimentos se dañan”.
“Si van a quitar la luz, que la quiten moderadamente. Que racionen, pero en el día. Yo tengo una bisnieta de 4 meses que llora cuando se va la luz en la madrugada porque no puede dormir, los zancudos se la comen”, reveló.
La otra cara de la moneda: Los que a pocas veces se les va
El señor Francisco Fernández, habitante de la primera etapa del barrio Cuatricentenario, afirmó que por su hogar “se va muy poco”, pero a los vecinos del barrio Felipe Pirela “se les va todos los días, cuatro y cinco horas”.
“En mi casa muy pocas veces se nos va. Gracias a Dios nunca se me ha dañado un electrodoméstico, pero a los vecinos sí”, manifestó.
Fernández dio a conocer que por Cuatricentenario “abundan los bajones” puesto que hay bajones “por doquier”.
“¿Qué les diría a las autoridades? No han podido en tantos años… ¿Qué les puedo pedir? Ellos saben que no pueden con el problema que tienen”, comentó.
La señora Luz Ordaz, residente de Grano de Oro, alegó ser de las “pocas afortunadas” a las que no le cortan el servicio eléctrico.
Eso sí, informó que cada vez que llueve, las iguanas del sector “son las primeras en caerse”.
La crisis eléctrica en la ciudad es un reflejo de los desafíos que enfrenta el país en su conjunto. Más allá de la falta de luz, los apagones han dejado al descubierto la fragilidad de un sistema que requiere atención urgente.
La esperanza de un futuro iluminado reside en la capacidad de las autoridades para unirse en la búsqueda de soluciones al problema eléctrico.
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