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Tal día como hoy, pero hace cuatro años, Rubén Limardo puso a todos los venezolanos a celebrar, al coronarse campeón olímpico en esgrima, modalidad espada. El criollo, quien en ese momento era número uno del mundo, mostró todas sus herramientas para derrotar a los cinco rivales a los que se midió.
Una de las principales armas que mostró Limardo fue su “flecha”, un movimiento que hace con la espada que puso a muchos a hablar de esa habilidad, incluso sin conocerla. Ayman Alaa El-Din (Egipcio), Max Heinzer (Suiza) y Paolo Pizzo (Italia) fueron las primeras víctimas de los embates del criollo.
El momento cumbre llegó en las semifinales ante el estadounidense Seth Kelsey. El norteamericano fue uno de los rivales más duros, cada uno se conocía, se habían cruzado en panamericanos, campeonatos mundiales, pero el venezolano sacó la mejor parte y en la muerte súbita, a pocos segundo de finalizar, consiguió el toque que le dio el pase a la gran final.
Ya en la tarde de ese 1 de agosto de 2012, Venezuela volvía a decir presente en una final olímpica. Limardo se midió al noruego Bartosz Piasecki, en los primeros dos asaltos consiguió 12 puntos, pero el combate se le complicó en el tercero. Piasecki consiguió varios toques seguidos y puso 14-10 el enfrentamiento, en ese momento la “Flecha de Oro” volvió a aparecer y con un puntazo en el pecho de su contrario conquistó el toque 15 y el oro olímpico.
A cuatro lustros de esa gran hazaña, los Juegos Olímpicos de Río 2016 están a cuatro días de iniciar. Limardo parte como favorito, por lo conseguido en 2012, a pesar de algunas lesiones durante el ciclo olímpico, pero parte de la fe de la delegación venezolana se centran en lo que pueda conseguir el vigente campeón olímpico en la competencia individual y el equipo de espada, conformado por él, Francisco Limardo, Silvio Fernández y Kelvin Caña.
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