La suerte del revocatorio

Según la encuesta especial de Venebarómetro, el 92 % de la población consider a la situación del país de forma negativa y lo que es más insólito, dentro de las mismas filas del oficialismo, el 80 % de los chavistas sienten la necesidad de desembarazarse del “madurismo” de corte marxista-leninista (comunista), a la brevedad del caso, si es que quieren seguir actuando políticamente en el futuro

Revocar a Nicolás Maduro se ha vuelto una gran obsesión en la Venezuela democrática, sensata y racional, habida cuenta de que según las encuestadoras más serias, el 83 % de la gente pide a gritos la salida inmediata del tirano títere de los hermanos Castro. En el país hay un repudio generalizado, un alto rechazo sin precedentes contra la gestión del fardo bigotudo que desde Cuba Fidel y Raúl lo ponen de decir absurdos y a cometer barbaridades.

Según la encuesta especial de Venebarómetro, el 92 % de la población consider a la situación del país de forma negativa y lo que es más insólito, dentro de las mismas filas del oficialismo, el 80 % de los chavistas sienten la necesidad de desembarazarse del “madurismo” de corte marxista-leninista (comunista), a la brevedad del caso, si es que quieren seguir actuando políticamente en el futuro.

Jamás Venezuela antes había caído tan profundamente en una crisis humanitaria y de descrédito internacional sin precedentes. Sin alimentos, medicamentos, servicios públicos pésimos, inseguridad personal total, pobreza, falta de libre expresión y de libertades y garantías constitucionales, en medio de un gran desabastecimiento, corrupción  y sometida la nación al cinismo, caprichos y descaro absolutos de un indecente hombre incondicionalmente apoyado por el CNE y la sumisa Sala Constitucional del TSJ, que finge de bufete de Maduro, los venezolanos, sobretodo la niñez, sufren de fuerte desnutrición, serias enfermedades y sin esperanza alguna de disfrutar tan siquiera de un mínimo de calidad de vida. Ese venezolano víctima del Socialismo del Siglo 21, exige ahora revocar a Maduro, lo cual puntualmente está determinado como un derecho ciudadano en la Carta Magna, y que el régimen revolucionario se niega descaradamente a hacer. 

¿Por qué tal negativa? Muy sencillo: Si el CNE llama al revocatorio, el régimen madurista resultaría despedido como tapón de corcho y ya no habrá para Fidel y Raúl Castro, ni los 100 mil barriles diarios de petróleo, así como tampoco los 4 mil millones de dólares anuales que reciben desde Venezuela como regalo especial para pagar la nómina de los empleados públicos cubanos y demás gastos personales de los tiranos de la isla. No harán el revocatorio, puesto que de hacerse, le espera al régimen una apabullante derrota de por lo menos entre 10 a 12 millones de votos contrarios. El resultado de tal catástrofe política, no será otra cosa que el enjuiciamiento por ante el Tribunal Penal Internacional en La Haya, de Maduro, las rectoras del CNE, los Magistrados de la Sala Constitucional del TSJ, el Alcalde Jorge Rodríguez, Diosdado Cabello y muchos jueces banales y comandantes de la Guardia Nacional Bolivariana, especialmente los que dieron la orden de reprimir, encarcelar y los que asesinar a mansalva a los estudiantes y manifestantes. Por tales razones, este año no habrá revocatorio. Lo fijarán si acaso, para después del 10 de Enero del 2017, cuando no haya peligro alguno de que el PSUV pierda el poder si Maduro resulta revocado.

Esta es la triste realidad de lo que se le avecina al país en estos meses, a menos que la sociedad civil democrática entera, unida con el sector del PSUVE moderado y el ala militar sensata no sometida a los cubanos, digan y hagan otra cosa. Solo de eso dependerá la paz en nuestro país, puesto que una cosa piensa el burro y otra el que lo monta. Así de sencillo!.

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