Cansados
Los vecinos se ayudan entre sí para no quedar sin una gota de agua en sus casas. Deben comprar a diario además botellones de agua potable para la preparación de los alimentos. “Ya no tenemos de dónde sacar dinero”. El mal estado de las calles y la falta de alumbrado público es otro de los malestares que los aqueja, piden celeridad en la mejora de servicios.
Durante la manifestación también reclamaron que desde hace tres meses el único Mercal con el que cuentan está cerrado y deben ingeniárselas para comer por el alto costo de los productos. Sorianny Reyes, afectada, señaló que apenas hace unos días, a través de la Secretaría de Enlace Comunitario de Cabimas, pudieron adquirir una bolsa con comida del Comité Local de Abastecimiento y Distribución (CLAP).
Pero la entrega de los alimentos les impide ahora la reapertura del Mercal por parte de la Gobernación. “Como nos vendieron esa bolsita ahora el gobernador no permite que abran el Mercal para vendernos los alimentos como antes porque y que ya nos asignaron”.
El ama de casa se quejó de que la última vez que les vendieron productos fueron solo dos kilos de caraotas y arroz y una harina de maíz precocida. “Ellos no pueden pensar que en tres meses solo podemos comer con esos productos. El pueblo tiene hambre, tenemos niños que no se alimentan como es y nadie hace nada”.
A los gastos diarios de comida, le suman el agua que semanalmente deben comprar dada la escasez del servicio por tubería. Los choferes de los camiones cisterna les cobran cinco mil bolívares por llenar un tanque y el mineral no les alcanza.
330 familias reclaman que no las han atendido por las vías legales por las autoridades del municipio.