El problema es que el comunismo es una poesía para quienes lo imponen y una pesadilla para quienes lo padecen. No me canso de decirlo, “haber sido comunista fue un error, pero seguirlo siendo es una tremenda estupidez”. Esta gente se cree dueña del país
Apartando los intereses políticos y partidistas, y desde un punto de vista estrictamente imparcial, este Gobierno ha sido sin duda alguna, el peor que hemos sufrido desde los tiempos de Pérez Jiménez. Inclusive los chavistas lo tienen claro, con excepción de los enchufados quienes venden hasta a su madre con tal de mantenerse en el poder. También están los pocos marxistas apátridas que quedan, cuyo propósito es destruirlo todo con la finalidad de mantener al pueblo, doblegado bajo el peso de la miseria, la ignorancia y el hambre.
Y en realidad lo han logrado. Porque no existe división de poderes, tenemos milicianos, tarjetas de racionamiento, obligación de ir a trabajar al campo, escasez absoluta de todo, inflación galopante, ruina total y tiranía dirigida por militares inscritos en el PSUV. Ya somos otra Cuba.
Diosdado declara que se debe despedir a los que firmaron el revocatorio y trabajan en los ministerios, gobernaciones y alcaldías. Es decir, las firmas son falsas para activar el revocatorio, pero válidas para botar a los funcionarios que firmaron. Jaua por su parte, parafrasea al comandante que se creyó eterno, cuando este decía: “O estás conmigo o estás en mi contra” y afirma que no es ético que alguien que no esté a favor del Gobierno trabaje para él.
Me permito aclararles a estos señores, que yo me inicié en el Ministerio de Sanidad cuando el primero de los nombrados tenía tres añitos de vida y el segundo ni siquiera había nacido, y ya para entonces, era un anticomunista acérrimo por convicción. Inmoral es que los miembros del CNE y TSJ sean miembros del PSUV. La libertad solo para los que apoyan al Gobierno o para los miembros de un partido (por numeroso que este sea) es tiranía.
Pero lo cierto es que han fracasado en todo, a menos que ese 93 por ciento de la población que opina que la situación del país es negativa y ese 74 por ciento que culpa al chavismo estén equivocados. El problema es que el comunismo es una poesía para quienes lo imponen y una pesadilla para quienes lo padecen. No me canso de decirlo, “haber sido comunista fue un error, pero seguirlo siendo es una tremenda estupidez”. Esta gente se cree dueña del país, hay que sacarla y rápido. Que oiga quien tiene oídos…