
Cardón
Solo la refinería Cardón produce gasolina desde hace meses. Los craqueadores catalíticos de su vecina Amuay y las refinerías El Palito y Puerto La Cruz cesaron sus funciones. La falta de mantenimiento y repuestos asfixian a la industria, que a pesar de ser la más predominante del país, se ve obligada a importar barriles de petróleo para cubrir su demanda interna de combustible.
Cardón está produciendo 40 mil barriles diarios de gasolina, asegura Iván Freites, secretario general del sindicato de trabajadores petroleros y gasíferos del estado Falcón. Esta cifra representa apenas 16 por ciento del requerimiento energético del país, que asciende a 250 mil barriles diarios. “Lo demás son importaciones”, reitera el dirigente.
“No hay repuestos, empacaduras, ternos, bombas, no existen repuestos. La falla es tan grave que dentro de Cardón no hay ni agua potable para los trabajadores”, dice explicando que los proveedores del vital líquido frenaron su servicio por impago. La carencia de implementos de seguridad se refleja en el egreso de los empleados.
Buque retrasado
A este escenario se le unen conflictos en la importación de crudo ligero. De acuerdo con Thomson Reuters, un buque que transportaba más de un millón de barriles del rubro logró descargar en Curazao luego de 100 días en espera del pago de PDVSA. La estatal petrolera habría adjudicado una licitación a British Petroleum para la compra de 8,2 millones de barriles de petróleo estadounidense en el segundo trimestre del año. Pero, los retrasos en los pagos desde abril obstruyeron la descarga de cerca de una docena de buques, aumentando el costo del producto.
“Aparte de pagar el cargamento, cuando un buque llega a un puerto internacional hay un pago por demora, si se tarda una hora son mil dólares”, indica Freites, lo que significaría una mora de dos millones 400 mil dólares. PDVSA tenía un compromiso pendiente de 57,26 millones de dólares por el envío. Otras tres embarcaciones norteamericanas de la misma empresa todavía esperan para descargar en Curazao.