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En el interior de una Jeep Cherokee negra yacía el cuerpo de Darwin Linares, de 43 años, con un tiro de escopeta en la cabeza.
Unos funcionarios de Polisur hallaron ayer en la madrugada el vehículo, en el caño Hato Viejo, en el barrio Fundabarrios de San Francisco, informó un policía.
Por la oscuridad de la zona, los oficiales encendieron las linternas y al alumbrar la ventanilla del piloto, avistaron a Linares con la mitad de su cuerpo ocupando el puesto del copiloto y un orificio en la cabeza.Vestía una chemise turquesa, manchada de su propia sangre, un cinturón negro y en los bolsillos de su jean azul guardaba su teléfono celular y su billetera.
Luego del hallazgo le informaron a los funcionarios de la Policía científica. Entre todos ayudaron a sacar el cadáver y en una grúa remolcaron el vehículo.
Unas cinco horas después, cinco parientes se acercaron hasta la morgue forense en busca de Linares. Dos de ellas entraron a reconocerlo y al salir no pudieron contener el llanto. Le preguntaban a los funcionarios, dónde habían encontrado el cuerpo.
Su hermana comentó que Darwin se comunicó el pasado miércoles, a las 9.30 de la noche, con su esposa. Le dijo: “Mi amor, voy a comprar unos cauchos en Fundabarrios con el ‘Pollo'”. Desde entonces no hubo rastro de él.
Del “Pollo” comentaron que presuntamente es un delincuente y lo pichó para que le robaran el dinero que tenía destinado para la compra de los neumáticos. La Policía maneja el crimen como una venganza sin descartar otra hipótesis.
Darwin Linares. 43. Era taxista en la urbanización El Soler, donde residía con su esposa. Se desconoce si dejó hijos.