Narcosobrinos y el "dilema del prisionero"

 

Si pueden negociar, serán muchas las cosas que se van a conocer y sabremos cuàl de los dos hará mejor uso del "dilema del prisionero". En este caso "hablar o callar"

Los narcosobrinos conocen al detalle todos los pormenores relacionados con las actividades de narcotráfico que venían ejerciendo: conocen a los principales actores involucrados, los recursos utilizados para la obtención de la droga y la vía para su comercialización. En este último aspecto,  podría estar en juego la rebaja de la pena; existen figuras del régimen involucrados.

De darse este caso, saldría a relucir el "Dilema del Prisionero"; es una historia atribuida a A. W. Tucker, que da nombre al estudio de la Teoría de Juegos. Esta Teoría es una rama floreciente de la Teoría de la Elección Racional con dinamismo en Filosofía y Teoría Política y Social. Esta Teoría de Juegos trata: dos prisioneros incomunicados en celdas individuales cometieron un delito grave; existen pruebas para su condena. El Fiscal visita a uno de ellos y le dice: "tengo una buena noticia y una mala noticia para usted; la buena noticia es que si ninguno de ustedes confiesa su grave crimen, solo podríamos condenarles a una pena baja y si usted confiesa su grave crimen, yo convenceré al jurado de que usted es un hombre arrepentido y de que el perverso es su compañero, de modo que usted quedaría libre en breve tiempo y el permanecería un largo tiempo en la prisión. La mala noticia es que voy a hacer la misma oferta a su compañero". ¿ Y qué ocurriría si ambos confesásemos? Pregunta el prisionero, "entonces no tendré razón para beneficiar a ninguno de ustedes, dejaré que la justicia tome su curso, y, como el crimen es grave, estimo que los condenarían a una pena superior´´.

Cada uno piensa que solo pueden pasar dos cosas: que el otro confiese o que no confiese. "Si confiesa, es mejor que yo también lo haga, porque de lo contrario me quedaré muchos años encanado; sino confiesa y yo sì, entonces podré beneficiarme de la oferta del Fiscal y quedaré libre en poco tiempo". La conclusión es que haga lo que haga el otro, lo mejor es confesar. Ambos razonan de igual modo, con lo cual ambos confiesan y se quedan en la cárcel mucho más tiempo del que les habría tocado si hubieran cooperado entre sí y ninguno de los dos hubiese confesado. Ello es especialmente claro en la historia original en la que los dos prisioneros están incomunicados; si son familias y mutua confianza pudiera variar la situación; sin embargo, en la historia original, el espíritu de sobrevivencia es vital. Si pueden negociar, serán muchas las cosas que se van a conocer y sabremos cuàl de los dos hará mejor uso del "dilema del prisionero". En este caso "hablar o callar".   

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