Los asesinos abandonaron la escena, la Policía científica investiga la identidad de los acusados. Los gatilleros esperaron que saliera de la casa y lo atacaron sin piedad. Los policías detallaron que recibió cuatro impactos de bala
Por problemas con dos azotes de barrio mataron a David José Villalobos Quintero (23). Los sospechosos lo esperaron enfrente de la casa de un familiar para atacarlo y de cuatro balazos lo mataron.
Un grupo de cuatro personas esperó, frente a la morgue forense, la entrega de un cadáver, se trataba de los familiares de David. Con melancolía Elena Josefina Villalobos, madre de la víctima, relató cómo asesinaron al mayor de sus hijos.
En la calle 120 del barrio José Alí Lebrún, parroquia Antonio Borjas Romero, llegó David José, hablaba de negocios con uno de sus primos, comprarían verduras para venderlas como comerciante ambulante. Cuando ya salía de la vivienda, para caminar un par de calles y finalmente llegar a su casa, lo sorprendieron los "vigilantes del barrio", uno de ellos conocido como "Francisco".
Los delincuentes portaban un arma de fuego y el lunes, a las 12.00 del mediodía, la accionaron para acabar con su víctima. El ruido de las detonaciones espantó a los familiares de Villalobos quienes salieron corriendo y en medio de la calle encontraron el cuerpo de su pariente.
El resto de los vecinos salió para socorrer al herido, lo trasladaron al Centro de Diagnóstico Integral Plateja, pero los doctores que estaban de guardia informaron a la familia que ingresó sin signos vitales. La noticia llenó de tristeza a la progenitora y hermanos. Estos llamaron a la Policía para denunciar el homicidio.
Los Villalobos detallaron a las autoridades que en noviembre los azotes intentaron matar a David, en una de las calles de la barriada lo vieron y le dispararon, pero no alcanzaron a hacerle daño, "no se podían ver en la calle, siempre lo atacaban, le buscaban problemas".
Una comisión resguardó la escena hasta la llegada de la Policía científica, los detectives colectaron las evidencias y entrevistaron a los testigos. Los funcionarios inclinan el móvil del crimen a una venganza y trabajan para rastrear a los acusados.