El infortunado quedó sin signos vitales tirado en el pavimento. Vecinos manifestaron que los disparos se escucharon alrededor de las 7 de la noche. Salieron de sus casas y vieron el cuerpo tirado en medio de un charco de sangre
Una ráfaga de disparos irrumpió la tranquilidad de los vecinos del la calle principal del sector Puerto Escondió, en el municipio Santa Rita. Motorizados alcanzaron a Carlos Javier Portillo, de 34 años, cuando caminaba por la carretera y sin mediar palabras cumplieron con su encargo. Los sicarios sacaron un arma de fuego, le dispararon y huyeron a toda velocidad.
El infortunado quedó sin signos vitales tirado en el pavimento. Vecinos manifestaron que los disparos se escucharon alrededor de las 7 de la noche. Salieron de sus casas y vieron el cuerpo tirado en medio de un charco de sangre. Intentaron socorrerlo, pero ya no había nada que hacer. El hombre recibió múltiples impactos de balas en el pecho, la cabeza y el estómago. Las heridas causaron su muerte de forma instantánea.
La novedad fue notificada a los cuerpos de seguridad de la zona. Una comisión del cuerpo de Policía del estado llegó al sitio y acordonó el área hasta que funcionarios de la Policía científica subdelegación Cabimas levantaran el cadáver. Tras las primeras investigaciones se conoció, que la víctima presuntamente había sido señalado como partícipe de un asesinato ocurrido en el mismo sector. La policía maneja la venganza como el principal móvil del hecho, sin descartar otra hipótesis.
El cuerpo de Portillo Ingresó a la morgue del Hospital de Cabimas. Sus familiares se mostraron herméticos. El infortunado era soltero y vivía en el mismo sector.