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La abogada Olga Luisa Pineda, asesinada en horas de la madrugada del viernes, enfrentaba pleno divorcio con el padre de sus dos hijas, y se había mudado del hogar que compartía con su esposo, para residir en la casa de su madre la jueza Ana Sánchez ubicada en la urbanización Los Aceitunos de Maracaibo.
Su ex esposo Luis Gutiérrez supuestamente pagó una cantidad de 2 millones de bolívares a su hermano para que contratara dos sicarios y ultimaran a su ex esposa y a su suegra.
Aparentemente uno de los motivos por la cual tomó esta extrema decisión, fue porque la abogada y su madre le tenían visitas restringidas al padre de las menores de tres y un año de edad.
Jonathan Gutiérrez Morales , el ex cuñado de la joven profesional del Derecho habría contactado a un sujeto apodado “Coro”, identificado posteriormente por Polisur como Osmel Darío López Montiel, de 20 años, quien a su vez fue el intermediario con los asesinos. Jonathan le entregó el dinero convenido para el trabajo.
“Coro” estableció el encuentro con alias “El Chivo”, identificado como Richard José González Aizpurua, de 27 años, quien a su vez contactó a otros sujetos y se reunieron para planificar este crimen en una vivienda del sector San Isidro, al oeste de la ciudad. Allí pactaron y maquinaron cómo debían realizar el trabajo. Debían asesinar a Olga y a su madre y simular un vulgar robo.
Jonathan, así como “Coro” y “El Chivo” fueron detenidos. El “Coro” fue detenido en la vivienda signada con el número 97-27 en el barrio El Rosario, en la vía a Los Bucares. Allí los funcionarios de Polisur encontraron las joyas y otras pertenencias de la víctima y su familia, así como el arma con la cual entraron a la vivienda a someterlos.
La camioneta Gran Vitara 2007, fue localizada completamente calcinada en un terreno baldío de La Concepción. Estaba completamente desvalijada, boca arriba.