Adolfo
Las expectativas sobre la posibilidad de acuerdos en relación al caso venezolano rodearon este martes al Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA), pero luego de una intensa discusión que no llegó a nada, expertos concuerdan en que intereses particulares influyeron directamente en los resultados inconclusos del encuentro en el que sólo acordaron seguir evaluando las distintas opciones para el restablecimiento “de la normalidad democrática dentro del marco constitucional”.
“La OEA no tiene voluntad propia, como tampoco la Organización de las Naciones Unidas (ONU), sino los países miembros. En este caso, la alienación de los integrantes pareciera indicar que no se puede llegar más allá (…) Entre la membresía de la OEA están los países que están amarrados por un bozal de petróleo, que son los que han evitado cualquier iniciativa para aplicar la carta democrática; y los otros que le tienen miedo a la lengua viperina de este señor (presidente Maduro) que es capaz de decir cualquier barbaridad contra cualquier dignatario”, expuso a La Verdad, Adolfo Taylhardat, exembajador de Venezuela ante la ONU y exviceministro de relaciones exteriores, quien subrayó que no hubo “ni perdedores, ni ganadores”.
Acentuó que durante el encuentro no se aplicaron las normas diplomáticas, lo que se evidenció con la actitud de los representantes de Bolivia, Venezuela y Nicaragua que “lo que hicieron fue sabotear”. Recalcó que esto demostró la inexperiencia de Patrick Andrews, presidente del consejo, quien no manejó el reglamento. “No se le debe dar la palabra a nadie, a menos que se trate de un punto de orden. Allí no hubo punto de orden, sino una maniobra de sabotaje por parte de esos países. Yo pensaba que esta vez el consejo tomaría el toro por los cachos y que por lo menos, debatiría la situación de Venezuela con base al informe de Almagro”, expresó.
Umberto Amado Cupello, director de la Escuela de Ciencias Políticas de la Universidad Rafael Urdaneta (URU), refirió que “si no hubo un acuerdo unánime es porque Venezuela tiene unos aliados que han dependido económica e ideológicamente de este país. Votaron según sus intereses”.
El especialista apuntó que nadie perdió, ni ganó, aunque destacó que el gobierno del presidente Nicolás Maduro salió en peores condiciones por la actitud del vicecanciller venezolano Samuel Moncada, quien acusó a varias naciones con temas fuera de agenda y en un tono inadecuado.
“Eso significa que todas las cosas que se dicen de Venezuela fueron ratificadas, por lo tanto quedó en evidencia que así como no respeta internacionalmente, tampoco lo hace nacionalmente. Fue una demostración de intolerancia. Por ese lado el gobierno salió muy mal parado”, subrayó.