Los Spurs, que volverán a jugar mañana de locales en el AT&T Center de San Antonio el segundo partido, podrían al final ganar la serie, pero la lección y humillación que recibieron por parte de los Rockets ya forma parte de la historia y la mayor que han tenido en la competición de los playoffs
Momento de ajustes en el duelo texano. Al menos para los Spurs de San Antonio. El gran baloncesto ofensivo jugado por los Rockets de Houston dejó en evidencia a las “espuelas” en el primer partido de la eliminatoria de semifinales de la Conferencia Oeste que ganaron de visitantes por paliza de 126-99.
Los Spurs, que volverán a jugar mañana de locales en el AT&T Center de San Antonio el segundo partido, podrían al final ganar la serie, pero la lección y humillación que recibieron por parte de los Rockets ya forma parte de la historia y la mayor que han tenido en la competición de los playoffs.
Greg Popovich, DT de los Spurs, se reunió ayer con el equipo en una sesión de videos que prometió que no duraría mucho, a pesar de larga lista de errores del primer juego. “No puedes dar toda una clínica en los playoffs”, dijo Popovich. “Ya estamos bastante entrados en la temporada, ya sabes que hiciste bien y lo que hiciste mal, luego lo sacas de ahí y vas al segundo juego”.
Desde el cuerpo técnico de las “espuelas” deberán enfatizar en los ajustes en los disparos al aro, pues fallaron 53 de 84 en el primer juego (incluyendo 20 de 29 en triples) y cometiendo 15 pérdidas de balón. “La confianza de ellos subió y empezamos a ponernos un poco frenéticos. Después es como un (efecto) de bola de nieve”, dijo Manu Ginobili.
El cuerpo técnico de los texanos encabezado por Popovich, pero también asistido por figuras como Ettore Messina, Chip Engelland y Becky Hammon ya trabajan en los ajustes para recuperarse ante los Rockets y plasmarlo sobre el tabloncillo.