Con los ojos aguarapados, la mamá de Hernando González “Nando” cuenta la experiencia de disfrutar a sus hijos y nietos desde la distancia
Hernando, Hernan y Heliana de 38, 37 y 34 años, respectivamente, son los retoños de Hernando González y Cruz Nava, un matrimonio de 43 felices años de casados. El hijo mayor de esta familia es “Nando”, locutor del Show de los Guapos junto a Leo Colina, comediante, animador, actor, voice over, director, productor audiovisual y novio de la madrina.
Al hablar de los hijos, sus ojos se llenan de lágrimas, dos de ellos “se fueron del país y la hembra está aquí conmigo con mis dos nietos, yo siempre quiero tenerlos a todos juntos. Este diciembre pasado estuvimos con ellos por allá, me vine llorando pero también me alegra regresar y ver a mi hija y nietos. Extraño a mis hijos, yo los quiero tener a todos dentro de una botellita (risas)”.
Érase una vez
“Nando nació el 16 de mayo de 1979, fue un parto normal. De pequeño era cariñoso, amoroso, echador de broma, de cualquier cosa hacía un chiste. Como hermanos siempre se la llevaron bien, Nando era el líder por ser el mayor. Le gustó el fútbol y en el béisbol fue compotica. Le gustó desde pequeño la locución. Nosotros somos radioaficionados, él con su papá sacaba los equipos y transmitía y luego aparecieron los celulares… En la radio comenzó jovencito en la emisora Alegría con el programa A Mil Kilómetros, le decían el chico alegría”, cuenta su mamá.
En la actualidad “Nando” a través de su cuenta en Instagram @nandodelagente y por su canal de YouTube hace reír al más serio con el personaje de Codorniz. ¡Vos te estáis escuchando! ¡Oigan al señor! ¡Tan manso el león pa’ péinalo! Son algunas de las frases que Codorniz le dice a su esposo y que a más de uno saca una buena carcajada. Ambos personajes son interpretados por “Nando”.
“Nando es muy conversador, tiene el humor de su papá. Él no se parece en nada al personaje. Nando ve la realidad de los hogares y las parejas y de hecho sus seguidores le comentan en el Instagram, que si tiene una cámara instalada en la casa, porque eso les pasa (risas). Como la suegra de Codorniz que soy, le digo a mi hijo que mi nuera no me quiere (risas) y yo más bien les agradezco a mis dos nueras que me traten bien a mis hijos. Yo siempre les digo, si ustedes son felices, yo soy feliz; los aconsejo en su vida de casados, les digo que los detalles son muy importantes en la pareja, al igual que la comunicación y la armonía. Hay que mantener viva la llamita del amor”.
Este será el primer día de las madres que “Nando” no esté en su casa de la niñez en la Coromoto para compartir con su mamá. “Todos los días converso con él, está pendiente de todos nosotros. Hablamos por texto, whatsapps, Face, yo manejo todo eso. Disfrutaré mi día con Heliana, mis nietos y esposo”.
¡Oigan al señor!
Con sus ocurrencias y humor, “Nando” habló de su mamá: “Es muy sobreprotectora, especial, entregada cien por ciento a su familia, cariñosa, detallista, una persona que me enseñó en la vida que hay que dar, servir, que uno tiene que dar sin esperar nada a cambio. Una mujer que viene de pueblo, humilde, trabajadora, es una súper mamá, a consciencia creo que me tocó una de las mejores mamás del mundo. Muy consejera y complaciente. Es muy familiar, ama a su esposo y nietos”.
“Una vez me robé con mi hermano, uno de los dos carros de mi papá. Fuimos a dar unas vueltas pero yo no sabía manejar, era un niño. La señora de servicio estaba cuidándonos y llamó a mi mamá que trabajaba lejos, ella se vino de su trabajo y cuando llegó yo me metí debajo de la cama con mi hermano (risas), porque yo sabía que mi mamá sabía (risas). Mamá trató de sacarme con un palo de escoba, me daba para que yo me saliera, ella quería echarme una pela y yo no me salí de debajo de la cama. Ella más bien me dio una lección a mí, no se lo contó a mi papá. Si se lo cuenta a mi papá hubiera ardido Troya y hubiese sido triple pela”.
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