Nedwar
La espera terminó. Tras cuatro meses de transición, Ubaldo Santana, arzobispo de Maracaibo, presentó el nuevo sacerdote que tomará las riendas de la Basílica de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, luego que Eleuterio Cuevas dejara el puesto vacante.
Nedwar Andrade es el recién designado párroco del templo del otrora templo de San Juan de Dios. Sus primeras palabras en el cargo fueron de agradecimiento a Dios, la Virgen y a todos los que depositan la confianza en él. “Para cualquier zuliano de corazón es un honor servir a su madre en su casa y tengo la mejor de las intenciones para el beneficio de todos”. Reiteró que el templo, ubicado en el casco central de Maracaibo, “es un santuario que se debe cuidar y renovar” porque es un lugar “privilegiado para que el amor del Señor pueda cumplirse a plenitud”.
Recordó que el lugar se convirtió en un ícono cultural y “echan” las bases para construir hombres y mujeres de bien. “Solo no puedo lograr los objetivos. Lo primordial es continuar las buenas obras que ya se realizan. Más que una fachada hermosa, es ver un lugar espiritual cuya labor principal es hacer que Dios llegue a todos los hombres y mujeres abiertos a su gracia”.
Su designio fue una sorpresa y se enteró hace “pocos” días. Aunque admite que estar en la Basílica es un reto “arduo” que se traduce en “estar disponible todo el tiempo”. Lo tranquiliza el tener un respaldo y las ganas de “hacer bien las cosas”.
Una vida
Su vocación comenzó a los 12 años porque tenía un compañero “muy” religioso y su mamá murió. “Mi juventud fue como la de cualquiera. Me impactó muchísimo la muerte de su mamá y quedé más golpeado que él. Mi amigo tenía un gran acervo espiritual y un proceso de fe que yo no tenía”.
Toda esa tranquilidad y paz interior que reflejaba su compañero de andanzas lo llevó a “acercarse a su parroquia” y aunque no hizo la confirmación, entró en ese proceso. “Luego me hice catequista porque sentí que debía comprometerme más. Un sacerdote me dijo que yo también podía serlo y duré un mes sin ir para la iglesia. Tras cuatro años tenía que definir mi futuro y quería estudiar Ingeniería. Quise experimentar y conocer si era un llamado de Dios el que fuera parte de la Iglesia y si no iba a donde me hablarían de ello, nunca lo sabría”.
Esa idea lo llevó al centro vocacional y comenzó su historia. “El llamado de Dios es indescriptible” y luego de “todo este periplo” llegó esto. “Se me arrugo el corazón porque no lo esperaba. Admiro el trabajo de los párrocos y sacerdotes que pasaron por la Basílica y tengo el reto de continuar con esas obras. Mi aspiración es la de servir a Dios y ser instrumento de su amor y gracia. Monseñor me conoce muy bien. Organicé misas solemnes y la Bajada de la Virgen”.
Sobre sus padres detalló que siempre tuvieron un “profundo acervo” religioso y aunque su mamá “está en el cielo” desde hace 14 años”, su papá es un profesor jubilado que “toca algunos instrumentos y todavía le inculca valores”.
Pensamiento
Al ser consultado sobre la “crisis” que atraviesa el país, responde que “nuestra fortaleza espiritual es lo que nos permitirá abrir los ojos y tocar el corazón de tantos hermanos que están necesitados de Dios”. Recalca que “la Iglesia debe apostar por la justicia y reconciliación” y se apega a la postura de esta cuya posición “antigua y sabia” se basa en no “juzgar y jugar” con lo que Dios determinó en su designio desde el primer momento.
La defensa de la vida y la “familia constituida como Dios manda” es una de sus principales premisas. “Se avecinan grandes retos y me siento nervioso, como es natural, pero tengo la confianza en Dios, La Chinita y todas las personas que me apoyan. Voy dispuesto a conocer a todos los grupos que hacen vida allí y ser un hermano y guía para conocerlos y recibir todas las inquietudes”.
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Mensaje de tranquilidad
Monseñor Santana agradeció a todos los que pasaron por la Basílica durante todo este período y comentó que no pudo presentar al nuevo equipo en su totalidad porque “aún no está completo”. Explicó que están “contentos” porque el nuevo párroco pasó por varios servicios en el ministerio pastoral y “tiene los pergaminos para asumir el trabajo que se le está encomendando”.
La autoridad religiosa aseguró que Andrade tiene la “particularidad” de ser un especialista en materia de liturgia y la vocación fundamental de la Basílica es esa. “Es muy importante que haya una buena interconexión entre la vida parroquial y la de la Basílica, son dos realidades y su visión puede ayudar a que eso ocurra. No es una parroquia más, es la Basílica y allí acuden personas de todo el mundo”.
Sobre la tardanza en tomar la decisión, reiteró que necesitaba conocer la “magnitud de todo lo que implica ser párroco del templo para poder escogerlo” y tenía que hacerlo para saber quién las podría asumir. “Más adelante daré a conocer el nombre del vicario parroquial que lo acompañará. Le agradezco de corazón haber aceptado y quise tomarme el tiempo necesario para dejar algo sólido”.
Perfil
Nombre: Nedwar Jorge Andrade Govea
Nació: En Maracaibo el 12 de noviembre de 1980
Edad: 36 años
Estudios: Primaria en la escuela básica Dr. Orángel Rodríguez. Bachillerato en el Instituto Panamericano. Estudios sacerdotales en el Seminario Mayor Arquidiocesano Santo Tomás de Aquino de Maracaibo y el Seminario de San Buenaventura de la Arquidiócesis de Mérida. Licenciado en Filosofía, Teología y Educación por la Universidad Cecilio Acosta y estudios de postgrado y especialización en la Universidad Eclesiástica San Dámaso de Madrid especializándose en Teología Litúrgica.
Nedwar Andrade ejerció su ministerio como vicario en las parroquias San Pablo Apóstol y La Resurrección del Señor (2006-2008), Inmaculada Concepción de Carrasquero (2008), administrador parroquial en Nuestra Señora de Coromoto de La Sierrita (2008-2010), vicerrector del Seminario Mayor Arquidiocesano Santo Tomás de Aquino, rector del templo San Tarcisio, entre muchos otros cargos y durante más de 10 años se desempeñó como ceremoniero mayor de la Arquidiócesis de Maracaibo.