El déficit de unidades podría llegar a su totalidad para finales de año de continuar la crisis en el sector. El deterioro sistemático de esta modalidad de transporte repercutiría «gravemente» en el resto al no existir alternativas de traslado masivo
Choferes y especialistas alertan que los «carritos ya no dan para más» y «no existen alternativas reales» de transporte en Maracaibo que los sustituyan. En los últimos días, los gremialistas del sector se pronunciaron para llamar la atención de las autoridades sobre la «grave» crisis que atraviesan y en especial las unidades de cinco puestos.
Rubén Esis, presidente de la Central Sindical Noroeste de Transporte, reiteró que la paralización nunca llegará a un 100 por ciento porque «algunas unidades se van incorporando», sin embargo, hay rutas en las que este problema es evidente. «Lo dijimos desde diciembre y el momento puede llegar. En otrora movilizábamos 900 mil personas al día, pero en la actualidad alcanzamos apenas unas 150 mil diarias».
En contexto
En la capital zuliana, además del Metro y el sistema que lo integra, existen otras cuatro modalidades de transporte tales como taxis, microbuses, autobuses y carritos, pero el principal «amenazado» es este último al no ser rentable, según los choferes. Uno de los voceros del gremio comentó que su desaparición es posible «porque casi todos sus dueños están endeudados debido al alto costo de mantenimiento y los bajos ingresos».
Para muchos marabinos estas unidades de cinco puestos son una tradición y «más rápidos, cómodos y seguros». Su posible salida implicarían una migración de los usuarios a otras modalidades de transporte, por lo que su situación se «agravaría». El impacto sería «fatal» y el hacinamiento en las unidades que asumirían esa nueva carga de pasajeros se acrecentaría.
Este escenario, además de ser «traumático» para los pasajeros al no poder acceder a las unidades, aceleraría el deterioro de los buses, microbuses y taxis, lo que traería como consecuencia un mayor desgaste físico y una «prematura» desincorporación de los «pocos» que aún prestan el servicio.
Desde la raíz
Carmen Velázquez, arquitecta e investigadora de la Facultad de Arquitectura y Diseño de la Universidad del Zulia, detalló que una persona que no puede moverse de un lugar a otro entra en colapso. «Esas unidades no son un sistema de transporte que pertenecen a una red. La red de transporte de Maracaibo, debería ser el Metro y todo el sistema que lo rodea. Los buses de Metromara, tendrían que alimentar lo que en teoría debería ser la red principal de la ciudad».
Para la experta en movilidad urbana, en la Tierra del Sol Amado, existe una acumulación de transporte que colapsa al no encontrar los repuestos, reemplazar las unidades o invertir en planes y proyectos que ataquen de raíz el problema. A pesar de que existen alternativas que no se implementan en la actualidad, como el auto compartido y la bicicleta, el tema cultural y la falta de infraestructura en la ciudad, dificultan su uso masivo.
En la actualidad es evidente la movilización de personas a pie, sin embargo, la metrópolis no está preparada para esto, debido a que en distintos sectores no existen aceras o vegetación que proteja a las personas del sol. «La gente buscará alternativas de transporte o de trabajo. Muchos laborarán cerca de sus hogares o en sus casas por la imposibilidad de trasladarse», reitera la docente.
Abandono y fracaso
El proyecto que existe sobre el Metro de Maracaibo contemplaba cinco líneas que «interconectaban» toda la ciudad y de acuerdo con estudiosos de la materia, entre el 2012 y 2015, la ciudad debía tener un sistema de transporte completo. Desde el año 1989 se empezó a plantear como proyecto y en la actualidad no cuenta con la primera línea culminada. Lo complementarían dos líneas de autobuses que se insertaban en las principales arterias viales de la ciudad.
Otra de las iniciativas fue la Red Maestra que contaba con una flota de buses, paradas, rutas específicas y líneas que seguían el crecimiento de la ciudad que tras la metamorfosis de gobiernos, quedaron abandonadas.
Para la experta, uno de los principales problemas radica en que no existe un verdadero control de cuáles son las rutas que deberían existir y al no contar con una organización en el transporte se genera el caos. «Lo primero sería realizar una verdadera planificación estratégica, ver la ciudad que queremos e integrar la planificación de trasporte con la urbana».
Parte de la solución a los problemas, radica en que se involucren los entes gubernamentales, ciudadanos, investigadores y universidades, además de que el Estado garantice y aumente los sistemas de transporte que maneja y su sostenibilidad.
Caída libre
Unidades en 2015 Unidades en 2017
Carritos: Entre 15 mil y 16 mil 1.000
Autobuses y Microbuses: más de 2 mil 600