César José Reyes Rodríguez (51) se desangró en el frente del local, en la avenida 4 Bella Vista con calle 87 de Maracaibo. El homicida escapó en una motocicleta junto a su acompañante. La familia comentó que el conductor salió para buscar un cliente, esa fue la última vez que lo vio su hijo
Dos balas acabaron con la vida del taxista César José Reyes Rodríguez (51) frente a una discoteca, en la avenida 4 Bella Vista con calle 87 de Maracaibo. Los detectives de la Policía científica investigan el caso para determinar el móvil.
Un oficial contó que en las primeras pesquisas entrevistaron a unos 15 testigos. Todos coincidieron en su versión: “en el interior del establecimiento se originó una riña donde estaba involucrado un policía. Ese sería el detonante para la muerte del taxista, pero desconocen si el problema era con Reyes”.
La versión de los entrevistados detallaba que César salía ayer, a las 3.00 de la madrugada, del local y en el frente recibió los impactos de bala. Se conoció que las heridas las recibió en el pecho y en la cabeza. Su cuerpo se desangró en segundos, cuando intentaron auxiliarlo ya estaba muerto. Su verdugo escapó con su acompañante, en una motocicleta, reveló un funcionario.
Los sabuesos del cuerpo detectivesco están tras la pista del homicida, evaluarán los videos de las cámaras de seguridad del local nocturno y los establecimientos adyacentes para identificarlo. El Nissan Sentra, blanco, placa VAW78K, propiedad del taxista fue trasladado a la sede policial en Altos de Sol Amada, donde sometieron el vehículo a experticias.
Versión familiar
Leandry Reyes, hijo mayor de la víctima, relató lo poco que sabía sobre lo ocurrido. Desde la puerta principal de la vivienda de su padre, en el sector Altos de Jalisco.
Cabizbajo, el pariente dijo que a las 12.30 de la noche fue la última vez que vio a progenitor. “Salió a esa hora para hacer una carrerita”. El taxista no pertenecía a ninguna línea, trabajaba desde hace 10 años de manera particular. Tenía una cartera de clientes.
La voz de Leandry se cortó cuando recordó que a las 4.00 de la madrugada una amiga de la familia los llamó para notificarle que al “Pavito de Urbe”, como lo llamaban sus allegados, lo habían matado.
El hombre alegre y padre jovial había fallecido tras estar esperando a su cliente en el frente de la discoteca, luego se desató una balacera, donde la única víctima fue su padre, esa era toda la información que manejaban.