Zuliano Javier Castellano entra al templo de los Inmortales

El marabino es el único jinete latinoamericano que ha ganado cuatro Eclipse Award en forma consecutiva y de 10 estadísticas en los hipódromos de Nueva York, cinco en Gulfstream Park y dos en Keeneland

El zuliano Javier José Castellano, de 39 años y cuatro veces ganador del Premio Eclipse, se convirtió ayer en el segundo de la historia que logra ser elevado al Salón de la Fama del Hipismo de los Estados Unidos.

"Dedico este honor a Venezuela. Gracias a toda la fanaticada de mi país por el apoyo. Agradezco a mi familia, a mi mamá, mi papá, mi tío Celio González, mi hermano Abel, mis hermanas, mi esposa Abby y mis hijos", manifestó Castellano, quien es considerado uno de los mejores jinetes del mundo en los últimos años, ocupando la quinta casilla de todos los tiempos entre los mayores ganadores de dinero, con una suma superior a los 284 millones de dólares, además de estar posicionado en el puesto 39 en carreras ganadas, con 4.729.

Entre sus triunfos más importantes se destacan el Preakness Stakes, segundo paso de la Triple Corona en dos ocasiones, siete victorias en las competencias de la Breeder’s Cup y en el Travers Stakes de Saratoga, entre otros sobresalientes lauros selectivos que le han permitido conquistar las estadísticas por dinero desde 2013 hasta 2016. En 2015 implantó el récord de más premios ganados para los propietarios con 28.120.809 dólares.

Castellano también agradeció a todos directivos de los diferentes hipódromos de Estados Unidos por su apoyo. "Doy gracias primeramente a Dios por permitirme estar aquí y disfrutar este momento de igual forma a los propietarios, entrenadores y agentes”.

Honor a quien honor merece

El marabino comenzó con su carrera de jockey en la temporada de 1996 en el hipódromo de Santa Rita y a los pocos meses se trasladó a La Rinconada.

En junio de 1997 decidió buscar nuevos horizontes en Estados Unidos, específicamente en los hipódromos de Florida hasta la temporada de 2001, cuando decidió a montar en los circuitos de Aqueduct, Saratoga y Belmont Park, Nueva York, óvalos en los que se abrió paso para convertirse en el mejor conductor de caballos de carrera de los últimos años.

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