La inconstitucionalidad de la “constituyente” ha sido cabalmente sustentada por juristas. Los sucesos acaecidos en la base militar de Carabobo el pasado domingo 6 de agosto certifican el secreto a voces de una “estabilidad” roja haciendo aguas por todos lados
Luego del 30J se respira en todo el territorio nacional una sensación de luto generalizado. Cuando la rectora Tibisay Lucena anunció los resultados no hubo cohetes, ni gritos de jolgorio, ni celebraciones consustanciales a las cifras ofrecidas de casi la mitad del registro electoral, al contrario, reinó el silencio quejumbroso, la desesperanza atornilló sus andamios. Días después, la inflación sigue haciendo estragos, como la escasez y la violencia de las instituciones públicas partidizadas, parece que no se vislumbra salida cercana, pero ¡sí!
La inconstitucionalidad de la “constituyente” ha sido cabalmente sustentada por juristas, ahora, las confesiones de Smartmatic no hacen más que despejar dudas acerca de su inocultable ilegitimidad, lamentablemente solo un país como está Venezuela, desinstitucionalizada hasta los tuétanos, semejantes confesiones son pasadas por alto, sin investigaciones al respecto, sin acciones que obliguen a esa empresa a confirmar o desmentir lo dicho ¡es realmente grave!
La abstención en las elecciones para la ANC fue la prueba que faltaba (sí es que faltaba una) para que la comunidad internacional terminara de reaccionar colocando en el lugar que corresponde a un gobierno irrespetuoso de la voluntad popular, de la constitución y de todo precepto democrático.
Seguirán las dificultades, pero no por mucho tiempo, esta Venezuela asaltada, despojada de su esencia, artificialmente domada prontamente verá la luz de la justicia. Los sucesos acaecidos en la base militar de Carabobo el pasado domingo 6 de agosto certifican el secreto a voces de una “estabilidad” roja haciendo aguas por todos lados. El Gobierno se sustenta en la violencia institucional, en el comercio fosco de nuestras riquezas con socios (más no aliados) quienes saben la actual administración nacional no les garantiza el retorno de sus inversiones.
Es vital acudir a las regionales; en 2015 quedó demostrado que la logística opositora impide al Gobierno realizar fraude el día de las elecciones. Ahora bien, si es que subsiste la “constituyente” para esos días, el panorama se complica sí ella a través de sus ignominiosos actos cambia las reglas electorales… en ese escenario igual hay que acudir, obligar al régimen a cometer sus fraudes, seguir llenando su expediente tiránico del que día a día le es más difícil escapar a sus consecuencias.