Josué Rafael Gómez (18) nunca llegó al liceo, unos delincuentes lo golpearon en la cabeza con un palo para luego de robarle sus pertenencias. El crimen ocurrió en el municipio San Francisco del estado Zulia
Después de cuatro días del deceso de Josué Rafael Guerrero Gómez (18), mejor conocido como el “Piojo”, sus familiares clamaron justicia a las afueras de la morgue. Los detectives de la Policía científica no han dado con el paradero de los delincuentes que lo mataron en el municipio San Francisco.
Sentada bajo la sombra de un árbol, Olga Gómez, madre del estudiante, lloraba cada vez que recordaba su cadáver tendido sobre el pavimento, intentaba ocultar las lágrimas que le corrían por el rostro, bajaba la cabeza y sollozaba. Cuando observó a los medios de comunicación acercarse a ella contó lo poco que sabía.
El reloj marcaba las 7.00 de la mañana, el joven debía prepararse para ir al colegio José Antonio Calcaño donde estudiaba cuarto año de bachillerato. Caminó por la calle del sector Los Dulces hasta llegar a la parada del bus, subió, le pagó el pasaje al conductor y se sentó sin imaginar que ese sería su último viaje.
En el preciso momento en el que descendió de la unidad de transporte público, sintió una voz que lo llamaba por su nombre, volteó, era unos maleantes, le pidieron que les entregara el teléfono celular inteligente y la billetera, accedió, detalló un allegado a los Guerrero.
Los ladrones no se conformaron con robarle sus pertenencias, agarraron un palo que estaba tirado en el suelo y lo golpearon en la cabeza. Mientras el muchacho se desangraba huyeron sin dejar rastro.
La víctima agonizó dos horas en la calle, nadie la auxiliaba, la sangre cubrió su chemise escolar beige. Los funcionarios de la Policía científica lo trasladaron al Hospital General del Sur, en Maracaibo, donde falleció, ayer a las 2.00 de la tarde.