El análisis balístico demostró la culpabilidad de Nerio Alberto Simanca (25). Hace dos meses mató a María Angélica Nava (22), su novia, en una casa del municipio San Francisco
Luego de la muerte de María Angélica Nava, de 22 años, mejor conocida como la “Barbie”, el Ministerio Público imputó a Nerio Alberto Vílchez Simanca (25), su novio, como el principal responsable del asesinato, así lo detalló una fuente policial ligada a la investigación.
De manera extraoficial trascendió que los Fiscales 47 y 51, Nazareth Colina y Angélica Carolina Soto acusaron al sospechoso por el delito de homicidio agravado. En el documento presentado ante el Tribunal 2° de Control del Zulia, los juristas solicitaron la admisión de los cargos y que se mantenga la privativa de libertad que pesa sobre el joven en la sede de la Policía científica en Altos del Sol Amado.
Los detectives del Eje de Homicidios de la Policía científica comentaron que durante la entrevista sostenida con el detenido, aseguró que era inocente y ofreció su versión de los hechos. Hace dos meses la pareja se encontraba en la sala de la casa 22-41 situada en la calle 8 del barrio Corazón de Jesús del municipio San Francisco, cuando comenzaron a discutir.
Tres mensajes de texto enviados por su ex novio desencadenaron la tragedia. La muchacha corrió hacia su habitación, cerró la puerta detrás de sí, por más que Nerio le suplicó que abriera no lo hizo. Al cabo de unos minutos una detonación lo hizo despertar de su letargo, tumbó la puerta, entró, en el suelo yacía la estudiante de Derecho, tenía un tiro en el abdomen.
Pruebas
Los sabuesos calificaron el homicidio como un “caso atípico” debido al recorrido que hizo la bala después de impactar en el cuerpo de la infortunada. Esperar los resultados de la prueba de Análisis de Trazas de Disparos (ATD), era prioritario para determinar la culpabilidad del presunto asesino.
Los resultados del análisis balístico demostraron que su pareja sentimental la mató con una pistola Tanfoglio, modelo GP32, serial FLAA3013. Un funcionario actuante en el procedimiento detalló que el victimario tenía la camisa llena de sangre, el examen forense no dejaba espacio a la duda, le pertenecía a la occisa.