Falta de efectivo merma salidas en el Terminal de Pasajeros 

El Terminal de Pasajero de Maracaibo se encuentra desolado en comparaciu00f3n a otros au00f1os. (Foto: Josu00e9 Nava)u00a0

Las líneas de autobuses aceptan que un número limitado de pasajeros cancele su boleto a través de la transferencia, lo que provoca que las unidades de 60 puestos salgan hasta con 40 personas

El paisaje en el Terminal de Pasajeros de Maracaibo es desolador en comparación a  años anteriores cuando las oficinas de las líneas eran abarrotadas por personas que deseaban viajar a la playa o la montaña durante el carnaval. La razón, no hay efectivo para pagar. 

Al entrar al estacionamiento no existe dificultad alguna para aparcar el carro. No hay problema para circular porque los taxis con pasajeros cargados de maletas no llegan. En los pasillos la libertad de movimiento no es igual que hace unos cinco años atrás cuando tropezar con maletas era algo de lo más normal. 

En los andenes la imagen es similar. Los choferes y sus asistentes gritan una y otra vez llamando a los usuarios para terminar de cargar y marcharse de la capital zuliana de una vez. Pero la realidad es otra como indicó Luis Hernández, fiscal de la línea Maracaibo – San Cristóbal – San Cristóbal Maracaibo. “Antes llenábamos un carro en media hora. Ahora podemos esperar hasta cuatro horas”. 

El trabajador del volante explicó que la falta de efectivo hizo que las personas se quedaran en sus casas a pasar el asueto. “Todos quieren pagar con transferencia. En nuestro caso podemos hacerlo, pero no siempre, pues debemos porque si ocurre un imprevisto en medio camino y debemos hacer trasbordo eso se paga con efectivo”. 

Otro obstáculo es la falta de combustible. “Solo nos cargan 45 litros de gasolina. Eso solo alcanza para hora y media, máximo dos de carretera, luego tenemos que comprar a quienes venden en el camino porque para San Cristóbal son seis horas de carretera. Ellos tampoco aceptan transferencia, puro efectivo”. Además para los choferes tampoco es rentable el pago vía electrónica debido a que cuando son diferentes bancos pueden tardar hasta más de un día en hacerse efectiva. 

Incompleto 

En las oficinas donde funcionan las rutas de autobuses la imagen no es diferente, solo que más oscura debido a la falta de iluminación del edificio principal. José Bracho, trabajador de una línea autobuses, describió el movimiento de la temporada como “pésimo”. Aseguró que desde el pasado sábado los autobuses salen con hasta 20 puestos vacíos porque las personas no tienen como cancelar un boleto. 

“Vendemos 20 pasaje por transferencia. El resto de los puestos se venden en efectivo ya que el chofer y su asistente necesitan viáticos”, señaló el vendedor, quien destacó que ayer llegó a las 6.00 de la mañana a trabajar y ya tenía dos autobuses para llenar. “Son 60 puestos que hay que llenar en cada bus y solo vendí 10 para los dos y una sola persona me pagó en efectivo”. 

Bracho aseguró que la afluencia bajó un 50 por ciento con respecto al año pasado y es algo que pasa desde años, solo que en esta oportunidad es mucho más marcado. Como otros, espera que en Semana Santa mejore la situación, aunque no cree que pase.   

Cuesta abajo 

Para quienes hacen vida en el terminal, desde hace cinco años para acá la movilización de personas va en detrimento. María Rincón, una comerciante que hace vida en el lugar desde hace 16 años, ya el trabajo no es como antes. “Tengo dos años sin trabajar como se debe. Parece que ahora vengo a descansar. Cada vez la venta disminuyen más”.

Mientras armaba un arreglo para el Día de los Enamorados comentó que el pasado sábado, día en el que se esperaba mayor cantidad de movilizaron no estuvo muy diferente. “Siempre armo estas cosas para ofrecer algo diferente, pero no tengo muchas esperanza porque el movimiento está muy lento y en Semana Santa será peor”. 

 

 

Visited 4 times, 1 visit(s) today