Juan Carlos Troconiz (65) perdió el equilibrio cuando el chofer de la buseta arrancó de pronto, en la C1, a la altura del Distribuidor Perijá. El conductor está evadido
Envuelto en una sábana amarilla y cubierto con una tela quirúrgica azul ingresó el cadáver de Juan Carlos Troconiz, de 65 años, a la morgue forense del Hospital General del Sur (HGS) donde los patólogos le practicaron la necropsia de ley para enviar los resultados a los detectives del Eje de Homicidios de la Policía científica. Esclarecer la versión de los testigos es el objetivo, en el departamento de reseña aseguraron que el adulto mayor cayó de un autobús en marcha.
Se desconoce hacía dónde se dirigía la víctima. Los investigadores se limitaron a decir que viajaba en un autobús, blanco, perteneciente a la ruta de Sierra Maestra; la parada estaba cerca, intentó abrirse paso entre la multitud de pasajeros que estaba parada dentro de la unidad, lo logró, llegó a la puerta principal, algunos hombres se sostenían como podían de los tubos.
El reloj marcaba las 9.00 de la mañana, el chofer del vehículo observó a lo lejos a unos hombres que extendían las manos, se detuvo, una vez que subieron arrancó de pronto; el sexagenario perdió el equilibrio, cayó sobre el pavimento, el golpe que recibió en la cabeza lo dejó inconsciente. Los pasajeros bajaron del bus, intentaron auxiliar al infortunado, con la ayuda de los transeúntes y conductores de carros particulares lo trasladaron al HGS, donde llegó casi muerto.
Troconiz presentaba traumatismo craneoencefálico, sufrió heridas en las regiones frontal, parietal y occipital, su estado de salud empeoró conforme transcurrieron las horas, a pesar de los esfuerzos para mantenerlo con vida, dejó de respirar. Los dolientes no han aparecido, los funcionarios del cuerpo detectivesco aportaron datos para su identificación plena: tez morena, contextura gruesa, cabello encanecido; vestía un jean azul.