
Los Atléticos con van como favoritos as a conquistar su sexto título en la era del “Cholo” Simeone. Los Marselleses saldrán a dar la campanada y a conquistar el cetro en su país, si bien la final se disputa en Lyon
El Atlético de Madrid enfoca a una final dos años después del llanto de Milán en la Liga de Campeones, esta vez en la Liga Europa y como indudable favorito ante al Marsella en Lyon, con toda la presión que conlleva esa condición, pero, sobre todo, la victoria que diferencia el éxito del fracaso.
Porque para el conjunto rojiblanco no hay términos medios en este choque decisivo en la ciudad francesa, con la que aún mantiene una deuda desde hace 32 años, la Recopa de Europa perdida con el Dínamo de Kiev en 1986 (3-0) -habrá un mosaico de homenaje en recuerdo al masivo desplazamiento de la afición de entonces-, y con la que se reencuentra ahora con un grupo diseñado para las cotas más altas.
El triunfo supone terminar la temporada con un título que no gana desde hace cuatro años, lograr el sexto trofeo de la era Simeone, agrandar la década más productiva por palmarés del club, con siete títulos desde 2010, incluidas dos Ligas Europas (2010 y 2012), y demostrar que el indiscutible favorito es un campeón incontestable.
También sería la reivindicación de un equipo que ha sufrido incontables dificultades esta temporada, pero que se ha rehecho a casi todas, a punto ya de cerrar su segunda posición en la Liga y listo para conquistar un torneo ahora con pinta de consuelo, pero que no hace mucho, seis años atrás, despertó una euforia tremenda.
¿Franceses en casa?
Enfrente, el Olympique de Marsella llega al momento cumbre de su temporada con la ilusión por las nubes. Es su quinta final 25 años después de haber ganado la Liga de Campeones, el único título europeo que luce en sus vitrinas y que su hinchada restriega ante sus rivales desde entonces dado que es el único club francés que cuenta con él.
Una final que el conjunto marsellés debería afrontar sin presión al no imaginarse que alcanzaría semejantes cotas de la competición a principios de la temporada. Sin embargo se juega mucho en este partido puesto que no tiene asegurada la clasificación para la próxima Liga de Campeones.
Además, en la liga francesa no depende de sí mismo. A falta de un partido es cuarto en la tabla, a un punto del tercero, el Olympique de Lyon, y tres del segundo, el Mónaco.
Rudi García, su técnico, cuenta con toda la plantilla a su disposición. Los únicos en entrenarse ayer por separado por precaución fueron Dimitri Payet, Rolando y Kostas Mitroglou.
Payet parece totalmente recuperado de los dolores en un muslo que le dejaron fuera del partido del pasado viernes ante el Guingamp (3-3), pero por si acaso el club le mantiene entre algodones.
Máxima seguridad
El dispositivo de seguridad que Lyon ha previsto para la final de la Liga Europa entre Atlético de Madrid y Olympique de Marsella no tiene precedentes por el sofocante clima de alta tensión que rodea el partido, principalmente por la rivalidad deportiva entre lioneses y marselleses.
El prefecto (delegado del Gobierno) de la región Auvernia-Ródano-Alpes, Stéphane Bouillon, ha anunciado que "triplicará o cuadruplicará" la seguridad respecto a un partido normal de la liga francesa, además de suspender la "fan zone".
El principal encargado de la seguridad en el Olympique de Marsella, Thierry Aldebert, ha dado también consignas a la hinchada del club para evitar incidentes. La principal es que los que tengan entrada vayan directamente al estadio, sin pasar por el centro de Lyon, y que el resto de aficionados no viaje.
El principal temor es que se produzcan enfrentamientos en la zona céntrica de la ciudad, mucho más difícil de controlar por las fuerzas de seguridad que los aledaños del estadio situado en un descampado a las afueras