Suicidio o “suicidado”

La versión del suicidio no fue bien recibida por líderes opositores, allegados y familiares, quienes describieron a Albán como alguien muy religioso e incapaz de pensar en tal opción. Hasta la Iglesia católica venezolana emitió un comunicado

Podrán decir cuanto quieran sobre la muerte del concejal Fernando Albán, calificada por el régimen como un suicidio. Son las contradicciones en las declaraciones del fiscal y del ministro de Interior las que pusieron a la gente a dudar de la veracidad de las mismas y a pensar que no se trató de ningún suicidio.

Recordemos las declaraciones del fiscal el día del suceso: “Hemos tenido conocimiento del suicidio del concejal Fernando Albán, quien estaba siendo investigado por el intento de magnicidio contra el presidente Nicolás Maduro (…). El concejal pidió ir al baño, y estando ahí, se lanzó al vacío desde el piso 10”.

Veamos las del ministro Reverol: “En el momento que el detenido iba a ser trasladado al tribunal, encontrándose en la sala de espera del Sebin, se lanzó por una ventana de las instalaciones cayendo al vacío, ocasionándole la muerte”.

Da la casualidad que horas antes de conocerse el hecho, su partido Primero Justicia, exigía que el concejal fuera presentado para saber de su integridad física, pues desde su detención no habían cumplido con este procedimiento, mediante su cuenta Twitter: “Fernando Albán, secuestrado por el Sebin el pasado viernes, aún no ha sido presentado en tribunales. Exigimos su traslado inmediato al Palacio de Justicia para la audiencia de presentación”.

La versión del suicidio no fue bien recibida por líderes opositores, allegados y familiares, quienes describieron a Albán como alguien muy religioso e incapaz de pensar en tal opción.

Hasta la Iglesia católica venezolana emitió un comunicado, a través del cual deploraba el hecho y exigía al Gobierno el esclarecimiento del suceso.

El diputado Julio Borges aseguró que lo estaban presionando para que culpara a otros dirigentes del atentado del 4 de agosto, y denunció que el cuerpo del concejal había sido lanzado al vacío cuando ya estaba sin vida.

Once gobiernos del continente: Argentina, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Paraguay, Perú y Santa Lucía, expresaron la “profunda preocupación por la trágica muerte” de Albán, militante del partido Primero Justicia, ocurrida este lunes “en circunstancias aún no esclarecidas”.

Igual lo hizo la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, la cual anunció que investigará de manera independiente la muerte del opositor en el ámbito del informe que realiza el Consejo de Derechos Humanos sobre los abusos cometidos en Venezuela.

Toda esta situación ha hecho que las dudas de los venezolanos cubran las verdaderas causas de la muerte de Albán, y crean que fue “suicidado”.

 

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