La avenida Libertador y el Mercado Las Pulgas son los lugares que presentan mayor afluencia de personas
El ambiente que se vive este jueves en el centro de Maracaibo es el de un domingo a las 2.00 de la tarde. Muchos son los comercios formales que permanecen con la santamarías abajo.
La soledad comienza en el centro comercial Las Playitas, donde son pocos los comerciantes que decidieron abrir. Muchos pasillos están cerrados y los que están abiertos permanecen en penumbras.
En la avenida Libertador hay afluencia de transeúntes y los vehículos circulan con completa tranquilidad. En el mercado La Pulgas se pueden contar con los dedos de las manos los locales abiertos, aunque los comerciantes informales sí trabajan con normalidad.
Compradores como Ángel Valbuena explicaron que acudieron al mercado porque es el único lugar donde se puede encontrar lo que se necesita para comer. “La harina está a cuatro mil 500 bolívares, está cara, pero es lo que puede mantener a la familia con los estómagos llenos”.
Aunque para comprar las condiciones de los comerciantes informales permanecen intactas, amén de la situación que atraviesa el estado y el país. Solo se acepta efectivo y no se aceptan billetes de dos, cinco, 10 y recientemente de 20 bolívares. Los que venden con punto de venta lo hacen con recargo.
Estas condiciones, salvo la del punto de venta, son extensivas al transporte público que circula tras el anuncio de la regularización de actividades comerciales y laborales dado por el Gobierno nacional a principios de la semana.
Pasillo libre
En San Felipe y el Caribe no hay ni un solo local abierto, de hecho los locales de ambos centros comerciales están cerrados. Solo alguno que otro comerciante informal tiran sábanas para vender cualquier artículo.
En La Redoma la actividad también es mínima a pesar de que los dos bancos que están en el lugar están abiertos. Lo mismo pasa en Puente Cristal y en Ciudad Chinita, que fue saqueado.
