Más de cinco mil venezolanos han sido trasladados desde el estado de Roraima, en el norte de Brasil y fronterizo con Venezuela, a otras 17 ciudades brasileñas, como parte de un programa en el que colaboran varios organismos de la ONU y que beneficiará a más personas en las próximas semanas
El último vuelo condujo a mediados de esta semana a 225 venezolanos de la ciudad de Boa Vista (capital de Roraima y a 200 kilómetros de la frontera) a trece destinos diferentes dentro de Brasil.
“Estos vuelos buscan reducir la población flotante en las regiones fronterizas, donde muchos venezolanos han vivido en las calles y en albergues con limitadas oportunidades” para salir adelante, dijo hoy el portavoz de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Babar Baloch, al explicar los motivos del desplazamiento.
Más vuelos de este tipo están previstos la próxima semana en Brasil, que ha recibido a más de 200 mil venezolanos desde 2017, de los cuales 85 mil han solicitado asilo y otros 40 mil han recibido permisos temporales de residencia.
La presión de la migración venezolana ha sido particularmente fuerte en los estados del norte del país, la región a la que primero llegaron (por tierra) aquellos que optaron por abandonar su país a causa de la grave situación económica, social y política.
La participación en el programa de reasentamiento, que en la actualidad incluye a 50 ciudades potenciales receptoras de venezolanos, debe ser totalmente voluntaria, según los criterios de la ONU.
Sus organismos, en particular el ACNUR, trata de identificar a los posibles beneficiarios entre los residentes de los refugios temporales instalados en Boa Vista, así como garantizar que cuentan con la documentación necesaria para el viaje.
Otras alternativas para favorecer la integración de los venezolanos son los programas de reunificación familiar y de oportunidades de empleo.