
Los habitantes del municipio Mara, estado Zulia, van para una semana sin luz y sus pobladores han tenido que usar mechurrios para la oscuridad de la noche e incluso volver a cocinar en leña, ya que el servicio de gas merma por la demanda de fogatas en las casas
El municipio Mara va para una semana sin luz, solamente su capital (El Moján) les llegó el servicio eléctrico el pasado miércoles. Comunidades de Santa Cruz, Las Cruces, Nueva Lucha, 15 Letras, Tres Bocas, La Y, Cuatro Bocas, Gato Rey, Campo Mara, El Cuarenta, La Neita, San Benito, Tamare, Cañada del Indio, Dos Bocas, Siloes, Caña Brava, Los Tizones y Carrasquero cumplen una semana el próximo viernes si no llega el servicio eléctrico hoy.
Para la señora Yajaira De Cervantes estar sin luz casi todo el mes de marzo y principios de abril ha sido un regreso al pasado, volviendo a la prehistoria. De Cervantes es casada, madre de tres hijos y tiene un nieto, ella vive en las 15 Letras con su esposo y su hijo menor y acostumbra de lunes a viernes levantarse en la madrugada a prepararle la comida a su esposo e hijo, en el transcurso del día trabaja fuera del hogar y en la tarde vuelve para hacer la cena.
“El Gobierno nos va a tener sin luz porque no van a solucionar el problema eléctrico, han sido unos inútiles a la hora de gobernar. Lo más triste de todo es que el país no va cambiar porque el venezolano sigue igual, tenemos una falta ética y de valores que ayuda a mantener a Maduro”, expresa la señora Yajaira.
Cerca de una semana sin luz, madre de tres jóvenes, ha salado toda la carne para poderla mantener, en la madrugada calienta la comida hecha de la noche anterior que deja al aire libre para que no se descomponga, su esposo le ayuda a carretear agua para la cocina y el baño antes de irse a trabajar.
En el transcurso del día no hay nadie en la casa, al caer la tarde llega el trabajo “cavernícola” en el hogar. Primero muele el maíz para hacer las arepas, luego prepara la leña para cocinar la cena y el desayuno del día siguiente y luego enciende el mechurrio para tener luz en la noche. Al tener todo preparado se sienta para esperar que esté la comida lista, mirando tranquilamente para evitar que la candela queme la cena y el desayuno.
“En las casas de mis vecinos todos tienen mechurrios con el gas natural, eso me obliga a cocinar con candela ya que no hay luz”, dijo.
El señor José Cervantes, quien es su esposo, dijo que su único nieto “duerme arropado como si fuera un animal para evitar las picada de zancudos y a veces protegerse del frío”, aunque reveló que el niño sufrió dos caídas en la cama por dormir mal.
La familia Cervantes termina la noche lavando los corotos sucios, apagando la candela, dejando la casa abierta para que se mantenga fresca y esperando que llegue la luz para aprovecharla por un instante.
“Es indignante vivir así, esto no es vida y si no protestamos este Gobierno seguirá en el poder”, concluyó la señora De Cervantes.