La marcha tiene como punto de partida la Plaza Morelos hasta la sede del Palacio Federal Legislativo en Caracas
Militantes del del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv) y trabajadores de Conviasa marcharán este martes para exigir al presidente de Argentina, Alberto Fernández, la devolución del avión venezolano-iraní retenido en la nación sureña desde el pasado 6 de junio.
La información la dio a conocer Diosdado Cabello, primer vicepresidente del Psuv: “Nadie le está pidiendo, (al Presidente Fernández), grandes cosas sino que actúe de acuerdo al Derecho Internacional”.
Nicolás Maduro también dio a conocer su criterio por redes sociales donde destaca que “por la defensa y el rescate de los bienes nacionales, ilegalmente retenidos y secuestrados. ¡Los queremos de vuelta! Devuelvan el Oro, Citgo, el Avión y el dinero que le pertenece al pueblo. ¡Exigimos Respeto!”.
Maduro el pasado 3 de agosto, en una de sus alocuciones, aseguró que Venezuela seguirá luchando hasta recuperar su oro de las reservas internacionales secuestrado en Reino Unido, los activos en el exterior como Citgo, Monómeros, las cuentas bancarias en países del mundo y ahora también el avión de la Empresa de Transporte Aerocargo del Sur (Emtrasur), que continúa retenido en Argentina.
El Ministerio de Transporte informó que la marcha partirá a las 9:00 de la mañana desde la plaza Morelos hasta la sede del Palacio Federal Legislativo, ubicado en la ciudad capital.
Al avión Boeing 747-300 lo retuvieron el pasado 6 de junio con 19 tripulantes, entre los que se encontraban, 14 venezolanos y cinco iraníes, pese a que el avión y la carga fuesen inspeccionados sin que se hallara nada de procedencia ilegal ni se formulara acusación alguna contra la tripulación; sometida incluso a pesquisa con perros que detectan explosivos y estupefacientes.
El avión llegó a Argentina, procedente de México, haciendo escala en Venezuela, y dos días después partió para cargar combustible en Uruguay, pero tuvo que regresar al Aeropuerto Internacional de Ezeiza, en Argentina, porque el país vecino no autorizó su aterrizaje.
El avión, un Boeing 747 Dreamliner de carga, fue propiedad de la empresa iraní Mahan Air y actualmente pertenece a la Empresa de Transporte Aerocargo del Sur (Emtrasur), filial de Conviasa, empresas sancionadas por el Departamento del Tesoro de EE.UU.
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