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No todo quien esté haciendo una cola para comprar alimentos es un bachaquero, pues de esta manera, califican a las personas que ha tomado como oficio el contrabando de extracción de productos comestibles. Ciertamente existe una gran cantidad de personas que pernoctan a las afueras de los establecimientos comerciales donde se expenden alimentos, artículos de limpieza, e higiene personal, entre otros, con la finalidad de comprar aquellos que se encuentren a precio regulado.
Ahora bien estas personas que se encuentran en las largas colas se pudieran dividir en tres categorías: los Bachaqueros, los Rebuscadores y los cazadores de alimentos. Me permito hacer esta clasificación en base a una realidad nacional, y en la cual la mayoría de los venezolanos nos vemos afectados de manera directa, por el tema del desabastecimiento, la escases y la especulación.
El Bachaquero: aunque la real academia española no hace definición de este término, en el leguaje coloquial del zuliano se ha utilizado el término para comparar con una especie de hormiga (el bachaco corta hoja) a la gran cantidad personas que compran alimentos en pequeñas cantidades para luego llevarlo hasta un centro de acopio, perteneciente a un mafioso adinerado, para luego ser llevado por éste, como contrabando de extracción, principalmente hacia Colombia. A estas personas le pagan para hacer las colas, le dan en dinero para comprar y luego deben entregar los productos al contrabandista, este es el verdadero bachaquero.
El Rebuscador: el término viene de la palabra rebusque, usado en el coloquio del venezolano, como la actividad de compra-venta de cualquier mercancía de manera informal, que permite tener una ganancia rápida pero de manera eventual. En esta clasificación entran las personas que también se encuentran en las colas de los súper mercados y otros abastos donde se expenden alimentos, dichas personas pudieran tener o no un empleo, gozan de una pensión, beca, u otro tipo de ayuda gubernamental, o bien quitan dinero prestado a un usureo. Estas personas compran alimentos, artículos de limpieza, de higiene personal o cualquier otro producto regulado, para luego revenderlos directamente, obteniendo un lucro o ganancia, y afirman que lo hacen como un rebusque para rendir el sueldito, la pensión o bien para pagarle al usurero el dinero más los intereses.
El cazador: se describen así a las personas que no disponen del tiempo suficiente para estar en una cola y salen a la cacería de los productos que necesiten y van de un establecimiento a otro para comprar lo que vayan encontrando, son los más afectados ya que si no encuentran los artículos que buscan, acuden al comprarlos a los rebuscadores a sobre precio.
Esta nueva cultura de bachaqueo, el rebusque , la cacería de alimentos, de artículos de higiene personal, y otros tantos productos, se ha originado en nuestro país, por un sistema económico distorsionado, que incluye el control cambiario, con tres tipos de cambio, la impresión de dinero inorgánico, la disparidad del bolívar fuerte frente al peso colombiano, el subsidio de la gasolina y la regulación de precios en productos de primera necesidad, que se vuelven atractivos por su precio para ser contrabandeados a Colombia.
Las colas para comprar alimentos, no significan que el venezolano tiene mayor poder adquisitivo, como dijo un funcionario del gobierno, porque en ellas encontramos a los bachaqueros que trabajan para el contrabandista, los rebuscadores que compran con dinero prestado y los que por necesidad y no tener otra opción donde comprar nos toca salir a la cacería de alimentos y calarnos las interminables colas