Represión brutal

Pero para justificar la represión brutal, el régimen requiere de un factor indispensable: Acusar a la oposición de estar preparando un golpe de Estado o un magnicidio. Fidel batió el record mundial en cuanto a acusaciones de intento de magnicidio en su contra. Los golpes de Estado existen en Venezuela solo en las cabezas de Chávez y de Maduro

Cuando a los regímenes totalitarios se les cierran las puertas de escape o de justificación vía propaganda de sus violaciones y atropellos, acuden finalmente a la represión brutal. En cuanto a nuestra sufrida Venezuela, además de cambiarle su nombre, el sistema político de libertades democráticas y la economía de libre mercado, entregándose además su soberanía a los hermanos Castro en Cuba, le ha caído encima una brutal represión programada por Fidel y Raúl, a través de su siniestro organismo de inteligencia (G-2). 

Es lo que está ocurriendo día a día contra los estudiantes que valientemente dan la cara frente a la tiranía de Nicolás Maduro, continuidad de la de Chávez y su nefasto Plan de la Patria (cubanización de la sociedad).

Pero para justificar la represión brutal, el régimen requiere de un factor indispensable: Acusar a la oposición de estar preparando un golpe de Estado o un magnicidio. Fidel batió el record mundial en cuanto a acusaciones de intento de magnicidio en su contra. Los golpes de Estado existen en Venezuela solo en las cabezas de Chávez y de Maduro. De hecho, esa es la táctica que siempre usan los comunistas con el fin de alcanzar un doble objetivo: a) Desviar la atención de la gente de las calamidades de todo orden que sufre la población; y b) Justificar la represión.

Juráte Rosales, la analista política de la revista ZETA, en su Nº. 1991 del 12 de Marzo de 2015, página 9, señala: “En medio de ese ambiente nacional e internacional negativo, el gobierno de Nicolás Maduro optó por utilizar las acusaciones de golpe para justificar la represión que le es necesaria para mantener el poder.

De particular gravedad es el decreto 8.610 que justifica el uso de armas letales contra manifestantes. Además de contradecir la explicita prohibición existente en la Constitución Nacional de Venezuela, su puesta en vigor coincidió con el asesinato a quemarropa por un policía estatal de un niño de 14 años, Kluiverth Roa, en Táchira. La muerte de este niño conmocionó no solamente a los venezolanos, sino a los más altos voceros del mundo, empezando por el Papa Francisco…”

Reprimir a los que manifiestan en contra la dictadura de Maduro, es una clara violación de los Derechos Humanos, un abominable crimen contra la humanidad. 

Los nombres de los que mataron a la joven Génesis Moreno y al niño Kluiverth Roa están en el expediente del Tribunal Penal Internacional en La Haya, Holanda, que se ha levantado para el inevitable juicio, no solo contra los Guardias Nacionales y de los malandros vestidos de camiseta roja al servicio del régimen para hacer los trabajos sucios, sino también el de los que dieron la orden para reprimir, desde el señor Maduro hasta los distintos comandantes de las Fuerzas Armadas involucrados en tales delitos.

La historia de lo que les ocurrió a los esbirros de la tenebrosa Seguridad Nacional luego de la caída de Pérez Jiménez, como que se les ha olvidado a los actuales torturadores y represores. Indudablemente, nadie aprende en cabeza ajena!.

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