Joarwin Villalobos recibió dos tiros cuando se encontraba en una tienda ubicada en plena vía pública de Mara. Los funcionarios de la Policía de Mara y la científica llegaron al sitio e iniciaron las experticias e interrogatorios. El móvil que manejan es la venganza

Una supuesta llamada para un trabajo a domicilio condujo a Joarwin José Villalobos, de 38 años, a su homicidio. Un par de sujetos a bordo de una motocicleta lo interceptaron y abrieron fuego en su contra, alcanzando herirlo en uno de los hombros y en el pecho. El hombre que se desempeñaba como mecánico y latonero murió en el sitio. 

Los parientes del occiso indicaron que el pasado miércoles en la mañana, Villalobos, recibió una llamada telefónica donde le indicaron que se trasladara hasta Cachirí, en el municipio Mara, para que realizara una remodelación. A las 11.00 de la mañana se subió en su moto y salió de su vivienda ubicada en el sector Las Parcelas, de la misma jurisdicción, a cumplir con la encomienda. 

En el camino a Villalobos le dio sed y se detuvo en un abasto situado a un lado de la vía pública. Pidió un refresco al encargado y con tranquilidad se lo bebió en el lugar. Al mismo tiempo la moto de los asesinos se acercaba lentamente sin que el hombre se percatara. Cuando los sicarios tuvieron a su objetivo de frente, ambos delincuentes abrieron fuego en su contra sin mediar palabras.

Al verlo caer, los gatilleros continuaron su camino con mayor premura con dirección a Cachirí. El encargado de la tienda al escuchar las detonaciones se escondió y al ver que los delincuentes se alejaban salió del establecimiento y trató de auxiliar al baleado, pero no pudo hacer mucho, porque la víctima en segundos se desangró y murió. Los balazos que recibió fueron certeros. 

Los funcionarios de las Policía municipal de Mara se acercaron al lugar de los hechos a resguardar la escena que minutos más tarde detectives de la Policía científica requisaron en busca de evidencias y testigos, pues tras el levantamiento del cadáver realizaron varios interrogatorios a las personas cercanas al lugar del suceso.

Los investigadores manejan como móvil del crimen la venganza. Los parientes de Villalobos aseguraron no saber si tenía deudas o problemas con personas de dudosa reputación. Señalaron que trabajaba, usualmente, en el taller que tienen en su vivienda y afirmaron que el ultimado no estaba casado y tampoco tenía hijos. Era el quinto de nueve hermanos.