
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Con pancartas, pitos y consignas, un grupo de docentes y colaboradores de escuelas estatales manifestó frente a la Gobernación del Zulia. La protesta unió al gremio de distintas partes del estado que desde hace más de cinco años no percibe su salario. De no recibir una respuesta concreta por parte del Ejecutivo regional, planean cerrar las escuelas.
“Ingresos ya” es la frase que se leía en la mayoría de las pancartas de la protesta. Los docentes, con uniformes de trabajo y con toda la intención de ser atendidos por el gobernador, expresaron su descontento en cuanto a su remuneración. Afirman que el tiempo de espera ha sido suficiente y que desean ingresar lo más pronto posible a la nómina.
Aseguran que a pesar de que se les exige una formación profesional, su trabajo y esfuerzo no es valorado. La situación es calificada como “insoportable”, puesto que además de no recibir la remuneración, deben cubrir gastos de papelería, pagos de suplencia y transporte.
Arisyuris Velasco, docente, explica que pese a que se trata de una problemática de raíz antigua, el Gobierno de turno mantiene un diagnóstico de tres años sin ningún tipo de respuesta. Velasco se preocupa por la carencia de un control sobre la cantidad de profesores y la correcta identificación de estos. “Ellos no saben si de verdad tenemos la capacidad de estar en esas aulas de clases, emitiendo boletines de calificaciones y a parte de eso, promoviendo niños a otros grados”, acota.
La profesional expresa su deseo de que el gremio docente no remunerados tome acciones en solitario. “No queremos apoyo de ningún sindicato, ni de ningún político; somos un gremio sin salario que lo que queremos es cobrar. No queremos a más nadie aquí”.
Jorge Molina, docente de la escuela estatal FVM, declara que de no obtener alguna respuesta con un proyecto factible que cubra esta necesidad, recurrirían a su plan B, que es cerrar las escuelas.
Desesperados
“Nosotros no queríamos llegar a este extremo, pero ya estamos cansados de la guachafa, de la burla de que nos digan que en enero o el primero de mayo nos pagan y al final no nos dan respuesta”. Misandra Chacín, docente
“Cada vez que vamos con las personas correspondientes, lo que nos dicen es que ellos esperaron el mismo tiempo que nosotros, pero no es la misma situación que antes. Exigimos nuestros derechos, para eso estudiamos y merecemos ser remunerados”. Heriberto Pimentel, colaborador de la escuela Virgen de Fátima