
DEA
Hasta hace poco más de un año, en el lugar donde hoy se levanta la casa en la que desemboca el sofisticado túnel por el que se escapó Joaquín “El Chapo” Guzmán, no había nada, solo hierba. Eso dicen los vecinos de la zona que coinciden en asegurar que en el verano de 2014, solo unos meses después de la captura del capo, alguien compró el predio y levantó la casa con gran rapidez.
El domingo, 12 horas después de la fuga, ninguno de los vecinos con los que habló con The Associated Press había sido interrogado por las autoridades.
Tres personas de viviendas cercanas a la que escondía el túnel y que hablaron con AP con la condición de guardar el anonimato, también mencionaron que una furgoneta blanca iba y venía del inmueble a menudo, y que esa gente “emparejó” el camino de terracería, es decir, lo allanó, pero ninguno podía pensar que el narcotraficante pasara tan cerca.
Una de esas personas, una mujer que dijo que su hijo trabajó de albañil en la construcción de la casa, que le pagaron bien y que se hizo en solo tres meses, se mostró extrañada de que por ahí escapara el Chapo, pero dijo que el hombre que conducía la furgoneta blanca y pasaba por delante de su casa a menudo nunca le dio buena sensación.
La casa del túnel es una construcción con una parte de un solo piso y ventanas, que asemeja una vivienda, y otra parte de mayor altura como si fuera un almacén o bodega. Las casas más cercanas están a unos 300 metros y son ranchos habitados por granjeros y campesinos.
Vicente Estrada Iniesta, presidente municipal de Almoloya de Juárez, dijo que la edificación es irregular y no tiene permiso de construcción, según publicó el diario mexicano Excélsior. Añadió que el dueño del predio rústico desde el año de 1989 es Calixto Estrada Castillo, quien aún es propietario con todos los documentos correspondientes, aunque vecinos reseñan que tiene nuevos dueños.
El inmueble se encuentra a 1,5 kilómetros de la cárcel de máxima seguridad, que se divisa a la perfección desde la pequeña loma en la que se encuentra, y a unos tres kilómetros de una base del ejército, el Octavo Regimiento Motorizado del ejército, que se ubica en dirección contraria a la prisión y formando un triángulo con ella y la casa del túnel.
Uno de los rancheros, cuyas tierras limitan a un lado con la casa de la fuga, dijo que a los nuevos dueños no se les veía mucho. Su hijo, un trabajador de una cadena de repuestos de carros y que acompaña a su padre los fines de semana, señaló que se escuchó la llegada de un helicóptero sobre las 9.30 o 10.00 de la noche del sábado, pero que no les sorprendió hasta que no comenzaron a escuchar el jaleo de las patrullas pues a menudo aterrizan en la prisión o en la zona militar. “No quisimos ni asomarnos”, dijo el hombre mientras cuidaba sus caballos.
La única persona que afirma haber visto algo sospechoso fue la madre del albañil, un joven de 20 años que ahora vive en Ciudad de México. Ella habla de dos diferentes propietarios: el primero un señor de unos 70 años que fue el que dirigió la construcción y luego de un hombre más joven y gordo que conducía la furgoneta blanca.
“Debió costar muchísimo dinero porque son unas cinco hectáreas”, dijo. Luego su hijo la dijo que ya no le iban a dar trabajo porque el anciano había vendido la casa y el nuevo dueño traía a sus propios trabajadores, añadió la mujer.
EEUU lo sabía
Documentos del gobierno de Estados Unidos muestran que la DEA tuvo información de inteligencia sobre al menos dos intentos previos para ayudar al capo mexicano a escapar.
Documentos internos de la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos (DEA por sus siglas en inglés) obtenidos por The Associated Press revelan que los agentes antidrogas obtuvieron los primeros informes sobre planes de fuga en marzo de 2014. Eso fue alrededor de un mes después de que Guzmán fue capturado en Mazatlán, México.
Los documentos muestran que en marzo de 2014, agentes en Los Ángeles reportaron una posible operación de escape financiada por otra organización del narcotráfico que opera bajo los auspicios del Cártel de Sinaloa, encabezado por Guzmán, y que involucró el uso de amenazas o sobornos a funcionarios de prisiones.
En julio de ese año, la misma investigación reveló que el hijo de Guzmán había enviado un equipo de abogados y personal de contrainteligencia militar para diseñar un plan de escape.
La Casa Blanca reiteró ayer su interés en juzgar en un futuro en Estados Unidos al narcotraficante. El portavoz Josh Earnest, recordó que cuando “El Chapo” Guzmán fue detenido por última vez, en febrero de 2014, el Gobierno estadounidense “comunicó claramente al mexicano su opinión” de que el líder del cartel de Sinaloa “debería enfrentar los cargos que se le imputan en EE.UU., que son graves”.
Estados Unidos prometió ayuda al gobierno de México para llevar ante la justicia al jefe del narcotráfico.
Trump ataca
El precandidato republicano Donald Trump usó la fuga del narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán para incrementar sus críticas contra los inmigrantes y asegurar que los contrabandistas mexicanos utilizan la frontera como “una aspiradora, volcando las drogas y la muerte directamente en EEUU”.
“El mayor señor de la droga de México escapa de prisión. Increíble la corrupción y EEUU paga el precio. ¡Os lo dije!”, destacó el millonario empresario en su cuenta de Twitter (@realDonaldTrump).