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El sentimiento unitario se siente y se vive en todo el país. El propósito por lograr un cambio democrático en paz para la vida institucional de la nación sin lugar a dudas se sembró en la mayoría de los venezolanos. Las dudas que existieron de que la unidad opositora no sería posible de alcanzar han desaparecido y prueba de ello ha sido la extraordinaria jornada realizada en 44 ciudades de la geografía nacional donde pudo apreciarse la fuerza de los distintos estratos de la población exigiendo el cambio que todos esperan obtener con la victoria en las elecciones del 6-D. Los cálculos electoralistas de algunos resabiados aferrados a un protagonismo que ya no tienen, están destinados a un vergonzoso fracaso.
No es la hora de las ambiciones sean grandes o pequeñas, nos encontramos en la antesala de lo que será sin duda el triunfo del pueblo democrático unido y desde el lugar donde cada quien se encuentre que se ha propuesto rescatar la convivencia política, la tolerancia entre mayorías y minorías, la vigencia del estado de derecho, la seguridad ciudadana, una economía sana que garantice un crecimiento armónico y fuerte para un país que se encuentra sumido en una crisis total nunca vista y la vuelta institucional de un poder judicial autónomo e independiente que sea garante de los derechos ciudadanos. Todo eso y mucho más será posible con el uso por parte del pueblo del arma más preciada que tiene, su voto, el que tendrá oportunidad de expresar cuando acuda a votar para elegir la nueva Asamblea Nacional.
Nada torcerá el rumbo que provocará el cambio que el país clama a viva voz. Las provocaciones y amenazas de quienes continúan empeñados en empujar al país a un precipicio sin fondo serán rechazadas. La mayoría votará para que se abra el camino a la legalidad y sea posible mediante sanción legislativa reponer los derechos que han sido desconocidos y violados a todos los venezolanos privados de su libertad y las de quienes se vieron obligados a salir del país para preservar sus libertades y la misma vida. Será la oportunidad para aquellos que quieran deslastrarse de lo que en algún momento creyeron, era una ilusión legítima pero que con el tiempo resultó ser una pesadilla. Es hora de cambiar.