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A las 7.00 de la mañana pudieron entrar al mercado Las Pulgas, en el centro de Maracaibo. Entre los funcionarios militares, armados con equipos antimotines, atravesaron la avenida Libertador para revisar sus puestos de trabajo. Algunos de los comerciantes consiguieron su mercancía intacta, otros no corrieron con la misma suerte y hasta denuncian que les "robaron".
Los comerciantes accedieron a sus establecimientos o tarantires siete horas después de que mil 500 funcionarios de la OLP desplegaran un operativo contra el contrabando en el mercado popular más reconocido de la capital zuliana.
Marco Ipuana es vendedor de productos naturales. Sus dos puestos los encontró vacíos y con los candados rotos. Aseguró que no revende productos regulados y que su mercancía era de procedencia legal. No se niega a ser revisado, pero no comparte que el operativo se efectuara en la madrugada. "Ellos tienen que caer en el día y pedir que les abramos y uno les muestra lo que vende, pero llegaron en la madrugada como los delincuentes".
Juan Cordero, comerciante, encontró la santamaría de su local abierta. Aseguró que no vendía alimentos, pero sí productos de higiene personal y limpieza. No se considera revendedor, porque -según él- sus ganancias son de 30 por ciento "como lo establece el Gobierno".
Cordero, dueño del establecimiento La bendición de Dios, justifica el decomiso de los productos regulados (unas 30 toneladas, según las autoridades militares), pero rechaza la incautación de otro tipo de mercancía. "No nos oponemos a que se lleven lo regulado, pero no que se lleven todo. Aquí se robaron el filtro, una carretilla, una alcancía. Eso es un robo. Todo lo que no había regulado se lo llevaron. No pueden ser delincuentes. Si antes no revendíamos, ahora sí vamos a revender de verdad", amenazó el comerciante que calculó pérdidas en 300 mil bolívares.
Rechazó que las autoridades quieran ahora "confundir al pueblo". "Que no vaya a pensar la gente que con esto se van a acabar las colas, eso es mentira", dijo Cordero, que se quejó del fuerte despliegue militar y policial en la zona.
Al gobernador Francisco Arias Cárdenas le dijo: "Sepa que aquí hay pueblo que también vota".