Peralta no come cuentos

En su segundo año en las Mayores el venezolano ha lucido como una de las principales cartas ofensivas de los D-Backs. Pasó de ser un elemento secundario, a convertirse en un eslabón principal

David Peralta le hace caso omiso a cualquier creencia de que siempre es difícil el segundo año en las Grandes Ligas. 

Como fenomenal, podría ser una de las tantas definiciones positivas disponibles para enmarcar la soberbia temporada que está logrando David Peralta en su segunda campaña en las Mayores con los D-backs de Arizona. 

El outfielder criollo pasó de ser un elemento secundario, a convertirse en un eslabón principal de la ofensiva de los Cascabeles, donde trata de seguirle los pasos a Paul Goldschmidt y A.J. Pollock.

Sin prisa pero sin pausa, con bajo perfil pero con un aporte que habla por sí mismo, el valenciano se las ha ingeniado para conquistar a la gerencia y fanaticada desértica, que ven en el criollo con la camiseta número 6 a un ídolo en ascenso. Algo de lo que Peralta se enorgullece y no se incomoda, apenas en el transcurso de su segunda campaña en las Mayores. 

“La verdad, orgulloso. Es una gran satisfacción”, confesó Peralta a La Verdad vía telefónica desde Los Ángeles, al ser consultado sobre su desempeño en 2015. “No ha sido fácil, he vivido situaciones duras que he tenido que superar, pero gracias al trabajo, la constancia, toda esa dedicación, y siendo paciente y aprovechando la oportunidad que me ha dado el manager, las cosas y los resultados han llegado, que es lo que yo quería”.

Esas son palabras sencillas de un tipo consciente de lo valioso de su aporte con el madero para un equipo en horas bajas y del que era una opción como sustituto al comienzo de la zafra. Lo hace desde la confianza que da un average de .313, 16 jonrones y 76 remolcadas en 141 partidos. Números, no deslumbrantes, pero si por encima del promedio, y de lo mejor entre los jardineros izquierdos de la Liga Nacional.

Destacado 

Al cotejar sus registros ofensivos con el de los patrulleros de ese costado en el viejo circuito, el nombre del otrora prospecto del picheo para los Cardenales de San Luis, sale a relucir entre los principales en todos los renglones. 

Además del promedio, Peralta comanda a los guardabosques del prado izquierdo en porcentaje de embasado (.369) y slugging (.518), así como la combinación de estos: OPS. (.887). Semejantes datos lo postulan como un serio candidato al premio Bate de Plata en la Nacional, y que al carabobeño no le roban en el sueño.

“De verdad que trato de no estar pendiente, ni de pensar mucho en ello”, dijo. “Me sorprende. Solo trato de hacer mi trabajo y si se dan o no esas cosas, disfrutar del proceso y culminar el año de manera saludable”. 

Y lo necesita. Su estado físico y buen ritmo con el madero, representan la combinación perfecta que le han permitido explotar en medio de una campaña en la que ha duplicado todos sus topes previos, sin tener el puesto de titular garantizado.

Respetado

Ese factor, de aprender a reenfocarse día a día y adaptarse al cambio para dar el paso y conseguir el objetivo ha sido una de las claves en la vida del jardinero criollo, que hace cuatro años tenía que freír papas en un restaurante de comida, mientras intentaba recuperar su carrera en el béisbol. Eso lo ha convertido en un personaje digno de admiración entre colegas, fanáticos y también la prensa. 

“El trabajo y la forma de mi juego han permitido que me gane el respeto de mis compañeros y también de los fanáticos”, reveló. “Eso me llena de satisfacción y me motiva a hacer las cosas mejor cada día. Aunque no ha sido fácil lograr esto”.

Aunque también se debe a su gran tarea como el escudero de Paul Goldschmidt en la alineación del mánager Chip Hale. Algo que para Peralta ha sido un reto manejado con tranquilidad. “Es una responsabilidad grande, porque muchos lanzadores no quieren lanzarle a Goldschmidt”, aseguró. “He tenido que aprender a enfocarme y relajarme para en cada turno cumplir con la tarea de respaldar, en medio de las distintas situaciones de juego”.

Y sus números así lo reflejan. Tiene promedio de .344, con 31 extrabases (15 dobles, 4 triples y 12 jonrones) y 53 producidas. Sin embargo, donde más se nota su crecimiento como toletero es en el promedio sobre pelotas en juego (BABIP por sus siglas en inglés), que es de .399, exactamente 30 puntos más que el acumula en esta temporada (.369). 

Sobre este índice, Peralta es tercero entre los nativos detrás de Odubel Herrera (.383) y Miguel Cabrera (.381).

Cifras

.369 es el promedio de David Peralta sobre las pelotas en juego (BABIP por sus siglas en inglés). El mejor entre los LF de la Nacional.

.344 es el promedio que exhibe David Peralta cuando es alineado como cuarto en el orden al bate.

¿Bate de Plata?

* Nota: entre los jardineros izquierdos de la Liga Nacional.