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El estruendo de las armas de fuego sonó en el barrio 12 de Marzo, parroquia Venancio Pulgar, al oeste de Maracaibo. Un grupo de delincuentes asesinó, en pleno aguacero, a Edwin Rafael Martínez Barrio, de 32 años, quien recibió un par de disparos luego de ser golpeado en repetidas oportunidades por sus asesinos. Uno de los homicidas llamó a la madre de la víctima y le dijo: “Ya maté a tu hijo”.
La progenitora del occiso explicó a la Policía que el pasado miércoles en la noche ella escuchó a su hijo hablar por teléfono. “Dale brother, ya voy saliendo”. El joven tomó su bicicleta y salió cuando apenas comenzaba a llover. A partir de allí la mujer no supo más nada hasta que recibió la llamada telefónica.
Al hombre lo encontraron tiroteado y golpeado en la avenida 108 del mencionado sector. Los investigadores presumen que cuando iba pasando por el lugar los homicidas lo interceptaron y lo tumbaron en la vía pública para luego consolidar el crimen. Las primeras experticias determinaron que murió al recibir los balazos. Uno en la cabeza y otro en el cuello.
La lluvia y sus truenos evitaron que los gritos de agonía de Martínez fueran escuchados por los vecinos de la calle. También ocultaron los disparos que acabaron con su vida y la oscuridad amparó la identidad de los malhechores. La llamada sirvió para que la madre del baleado saliera para buscar a su hijo quien estuvo a la intemperie hasta la 1.00 de la madrugada.
A Martínez no le quitaron ninguna de sus pertenencias por lo que su celular será sometido a las investigaciones técnicas de rigor para determinar quién fue la última persona que habló con él. Hasta ahora el caso se maneja como una venganza. Los detectives presumen que el ultimado está involucrado en problema entre bandas del oeste. Pero desconocen cuál sería su papel dentro de este posible conflicto.