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“Esta es la batalla prometida”, precisó una fuente militar a la agencia Reuters, añadiendo que el grueso de las tropas terrestres está compuesto por soldados sirios, que han estado apoyados por los bombardeos de la aviación rusa. “El grueso es el Ejército sirio”, subrayó.
Las fuerzas del régimen de Al Assad aprovecharon los ataques aéreos iniciados por Rusia el pasado 30 de septiembre para emprender ofensivas contra las fuerzas rebeldes en Hama, Homs y al este de Damasco. Por ahora, las maniobras se están centrando más en el oeste, mientras que el este del país sigue en manos del Estado Islámico (ISIS).
Alepo, un centro comercial e industrial cerca de la frontera con Turquía, era la mayor ciudad de Siria antes de la guerra. El control del territorio, donde todavía viven unos dos millones de personas, está repartido entre la dictadura y los rebeldes.
Según dicha fuente militar, esta es la primera vez que combatientes iraníes han participado a tal escala en el conflicto sirio, aunque sus cifras son modestas en comparación con las del Ejército sirio.
Hezbollah, que ha apoyado a Al Assad en varias batallas durante la guerra civil, afirmó en un breve comunicado que el Ejército está realizando una “vasta operación militar” con apoyo de aviones de combate rusos y sirios, sin mencionar a sus propios combatientes.
Apoyo iraní
Irán confirmó que ha enviado armas y asesores militares para apoyar a Al Assad, pero ha negado el envío de tropas. En la última semana, medios iraníes informaron la muerte en Siria de tres oficiales de la Guardia Revolucionaria iraní.
Hossein Hamedani, un subcomandante de este órgano, murió cerca de Alepo y los otros dos oficiales han muerto combatiendo al Estado Islámico en Siria, según la agencia Tasnim. También han muerto en Siria dos altos cargos de Hezbollah en la última semana, según una fuente de seguridad libanesa.