Ajustes en el año suman 75 por ciento mientras que las variaciones de precios de bienes y servicios supera el 100 por ciento
El reciente aumento de salario de 30 por ciento que sitúa el mínimo en nueve mil 648,16 bolívares y ajuste del cestatique alimentario en seis mil 750 bolívares poco aliento da a los trabajadores que dependen de la remuneración sujeta a decreto presidencial. Y es que la proyección de la inflación al cierre de año ronda los tres dígitos, 120 por ciento, según Ecoanalítica. El pretender equilibrar los gastos mensuales de las familias con incrementos no mueve el desnivel de la balanza.
Para Alfredo Gordón, economista, la dirección de los “aumentos de salarios no resuelven el problema de la inflación”. Lo que sí evidencia es el rumbo equivocado frente a las variaciones de precios de los bienes y servicios, que escalan sobre 100 por ciento. El ajuste de sueldos y salarios, que acumula 75 por ciento en 2015, “se lo va a devorar los precios”.
El presidente Nicolás Maduro aseguró que el Gobierno ya no va a “perseguir la inflación”. Se apunta es “picarle adelante”. Pero Gordón advirtió que la política económica necesita más hechos que palabras de persistir “el control de cambio y control de precios”. Dos causas que derivaron en “problemas de escasez” y efectos alarmantes en los precios de productos.
Mientras el Ejecutivo decretó en 10 meses incrementos de: 15 por ciento en febrero, 20 por ciento en mayo, 10 por ciento en julio y 30 por ciento a partir de noviembre, se anota suavizar la variable inflacionaria que se arrastra del año pasado cuando el Índice Nación Precio al Consumidor (INPC) cerró en 68,5 por ciento.
Para 2015 los indicadores son un misterio. El Banco Central de Venezuela omite publicar las cifras, aunque el costo de la canasta básica familiar, calculadas por instituciones privadas, asoma la aceleración de los gastos, pese a la regulación y fijación de “precios justos”. Hasta agosto, según Cendas-FVM, la cesta básica se ubicó en 78 mil 611,65 bolívares, con variaciones anualizadas de 220,3 por ciento. Y el Cendas reportó, para el mismo mes, el valor de la comida al mes en Bs. 34 mil 647,56.
Cierre de empresas
José Rafael Acosta, trabajador, consideró que la medida sentencia el “cierre de las empresas. Sin materia prima para una buena producción y tratando de mantener a los empleados para no botarlos (despedirlos), con el aumento se va a quiebra”. El incremento está por debajo de la inflación por lo que “no la acaban”.
Jesús Vielma, microempresario, resaltó que la política “es positiva para quienes tienen sueldo mínimo”. Estimó que la inflación “lo va a absorber. Significa simplemente un paliativo para los dependientes del salario”.
