Matan a vigilante en Pinto Salinas

El cadu00e1ver ingresu00f3 en la mau00f1ana a la morgue forense. (Foto: Archivo)

Tres disparos pusieron fin a su vida en lo que la Policía científica maneja como una resistencia al robo. Un amigo lo encontró en plena vía pública con tres heridas de bala en su humanidad

El cuerpo de Juan Adolfo Gil, de 19 años, ingresó herido y en ropa interior al ambulatorio de Plateja, parroquia Venancio Pulgar. Tres disparos pusieron fin a su vida en lo que la Policía científica maneja como una resistencia al robo. Un amigo lo encontró en plena vía pública con tres heridas de bala en su humanidad. 

Juan Gil, padre de la víctima, explicó que su hijo estaba tomando con unos amigos en la mencionada barriada. Pasada la medianoche decidió salir con dirección a su casa, pero en medio camino encontró al menos a dos personas que supuestamente intentaron despojarlo de sus pertenencias. Él se negó e intentó huir, pero los antisociales le golpearon y dispararon en su contra. 

A pesar de que estaba moribundo, los malandros no solo le quitaron su teléfono y reloj, también le quitaron su ropa a excepción de su bóxer. Un vecino que se percató de lo sucedido lo llevó al ambulatorio de Plateja y llamó sus parientes. Para cuando ellos llegaron los médicos habían certificado su deceso. 

El atribulado progenitor comentó que su hijo trabajaba como vigilante y cursaba el cuarto año de bachillerato. La Policía inició la búsqueda de los homicidas. Al parecer son de una banda ladrones de casas que operan en el sector.

Los vecinos tienen miedo de declarar. Nadie vio cómo o quién mató a mi muchacho.

«De verdad, solo pido que busquen a sus asesinos, él no merecía que lo desnudaran y lo mataran en la calle». Juan Gil. Padre de Juan Adolfo

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