Tarde
Hugo Chávez, el 04-02-1996, en un programa llamado Guarimba TV convocó al sector obrero, del transporte, profesional, académico y a todos los sectores de la vida nacional, a un paro general para un referendo (guarimba), esperando que el pueblo pidiera la destitución del cargo de presidente de Rafael Caldera, el mismo que lo indultó poco antes de pronunciarse como guarimbero mayor.
Luego tuvo la audacia de “insinuar” en un Aló Presidente: "La gente roba porque tiene hambre", ¿pensaría que sus palabras surtirían algún efecto negativo para su gestión y para el pueblo en mayor grado? Poco le fastidió tal aberración discursiva a su heredero castrista, pues en su haber tuvo la bicoca de casi 25 mil muertes provocadas por la violencia desatada por la delincuencia en el primer año de su gestión (2013).
El término guarimba no aparece entre los conceptos de la RAE. Su epistemología procede de la verborrea, de la jerga subversiva e izquierdista, y no tiene nada que ver con protestas. Pero para los izquierdistas el solo hecho de protestar contra sus gestiones, pacíficamente implica presión y enemistad, pues, la tolerancia solo existe para el yerro de sus huestes. De modo que cualquiera que piense distinto a ellos o sea opositor, tiene como respuesta violencia y terror.
Viendo las cosas desde este ángulo, se deduce que es muy poco probable que Caldera pensara que iba a ser traicionado por su indultado. Cosa imprudente e ingenua, porque siendo miembro de la Guardia de Seguridad en el Palacio de Miraflores, conspiró contra CAP o sea mordió dos veces la mano de quien le dio de comer, como el escorpión al sapo, era su conducta genuina, su espíritu igual a Fidel.
La diferencia entre lo sucedido en los 90 y los actuales días, es que en aquellos tiempos se respetaban los derechos constitucionales, por ejemplo se respetaba artículo 68 de la actual Constitución.
Antes la gente protestaba y se le hacía caso, actualmente les infiltran guarimberos violentos, enviados y apoyados por la razia oficialista para justificar una represión sangrienta y criminal, esos mismos violentos brazos armados del Gobierno, son también víctimas de la estrategia tejida por el fascismo gubernamental. Tarde o temprano serán llamados a responder; ya que los venezolanos son carne de cañón, porque a los cubanos -que los hay- ni con el pétalo de una rosa. ¿No es esto traición?