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Nos pasearon por las rutas de la cachapa, de la arepa, de la empanada, por los gallineros verticales, los cultivos organopónicos y los conucos, gestaron cooperativas, consejos comunales, colectivos y comunas, le restaron tres ceros a la moneda y la apodaron "fuerte", resucitaron el trueque, los programas sociales los volvieron misiones, cambiaron los símbolos patrios y hasta profanaron la tumba del Libertador; nos embarcaron en el turbulento mar de la felicidad y nos hicieron marchar descalzos por el espinoso camino del socialismo del siglo XXI.
Por 15 años los camaradas chavistas, hicieron realidad cuanta retorcida idea pasaba por la mente, no menos retorcida, de la del hoy difunto comandante supremo, complaciéndole sin titubear todos sus caprichos. Pensamientos enfermizos cargados de resentimiento y demagogia adoptaron cuerpo ley, pasando por encima de la voluntad del soberano recogida en la Constitución de 1999, esa que incestuosamente fue violada por su propio padre y ahora sus hijos; y en un abrir y cerrar de ojos se nos expropió el futuro. Tierras, empresas, industrias y comercios fueron el objetivo, doblegar, minimizar y desaparecer el sector privado de la economía y todo indicio de propiedad privada, la meta, adueñarse fraudulentamente de todo en nombre del pueblo, el fin; total boyaban los recursos para financiar un modelo económico insostenible e inviable.
Hoy, después de dilapidar la mayor cantidad de recursos de la historia, de acumular una astronómica deuda, el régimen apela al patrioterismo, se escuda en la rayada y desgastada imagen del "eterno" y sigue repitiendo el mismo libreto de "guerra económica, contrabando de extracción e inflación inducida" para justificar su estrepitoso fracaso. Incapaz de generar riqueza pues solo sabe malgastarla, nuevamente nos propone regresar a los viejos esquemas expuestos por el comandante, fórmulas obsoletas que nunca funcionaron y se convirtieron en grandes focos de corrupción.
Las medidas económicas anunciadas por el Ejecutivo son más de lo mismo, desoyeron las propuestas del sector privado, no hay la intención de rectificar ni de asumir ninguna responsabilidad por la quiebra del país, razón por la cual es extremadamente urgente, definitivo y necesario el cambio del modelo político, la salida constitucional del presidente Nicolás Maduro Moros, solo es el primer paso del intrincado y largo camino de regreso del oscuro abismo en el que nos encontramos.