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Un capitán de la Fuerza Armada Nacional asumió ayer la jefatura del Cuartel de Bomberos del municipio Santa Rita. El alcalde Wílliam Pereira llegó a las instalaciones y en una reunión en privado, con menos de la mitad de oficiales, designó y juramentó al bombero asimilado y anunció que militares resguardarían la institución. Este sería el cuarto jefe en un mes.
En una reunión el pasado lunes, los oficiales consideraron el nombre de un mayor dentro de las filas del cuartel para proponerlo como jefe, pero recibieron amenazas de muerte y desistieron de la idea. "Nosotros queríamos a alguien de los nuestros, pero enseguida lo supieron y lo llamaron a él y a otros bomberos para amenazarlos. No pudimos hacer más nada", dijo un funcionario bajo el anonimato.
El capitán asignado en conjunto con la máxima autoridad municipal, atendieron y escucharon las inquietudes de parte de los bomberos con respecto a la necesidades de seguridad y protección. Entre las medidas acordadas está el resguardo continuo de las instalaciones por parte de una comisión militar. Se prevé su ejecución a partir de hoy.
"Que pongan a quien quieran, pero que nos garanticen seguridad. Nosotros somos los que estamos en la calle y los que cubrimos las guardias en el comando. Eso es lo que nos preocupa", aseveró el rescatista.
Terror
El Cuartel de Bomberos del municipio Santa Rita fue escenario de un tiroteo el pasado 7 de marzo. Un motorizado llegó hasta el estacionamiento y disparó en las ventanas de la receptoría. Nadie resultó herido.
Tres días después el coronel José Uzcátegui, antiguo comandante, renunció y con él abandonaron sus cargos otros funcionarios.
Los representantes de la Cámara Municipal aseguraron desconocer los hechos y prometieron intervenir en pro de una solución. La disputa es por la jefatura del comando.