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Las farmacias ambulantes retornaron a los corredores exteriores del Hospital Universitario de Maracaibo. Expenden medicamentos mil por ciento más caros de su precio estipulado. Ofertan a los desesperados pacientes, antigripales, analgésicos, soluciones, anticonvulsivos y hasta remedios naturistas.
De lunes a viernes, de 8.00 de la mañana a 12.00 del mediodía, Carlos Escudero, expende sus medicamentos en el corredor peatonal que une el estacionamiento con los quioscos fuente al rectorado viejo de la Universidad del Zulia. La directiva del Universitario les prohibió la venta hace un par de meses. Los revendedores esperaron a que menguaran los controles y regresaron a sus andanzas.
Escudero justifica su negocio. Se autodescribe como colaborador de quienes no consiguen las medicinas que desaparecieron en las farmacias.
Marta Rodríguez (nombre ficticio) es enfermera y se acercó al toldo desesperada en busca de medicinas para tratar las convulsiones de su hijo de 12 años. Los episodios se hicieron frecuentes al no cumplir con el tratamiento a cabalidad. La medicina tiene un precio regulado de cinco bolívares en las botiquerías, pero Escudero se la ofrece en dos mil.
“Es una pastilla que tiene que tomar de por vida, pero ya no tengo dinero para ubicarla ‘bachaqueada’. Pasamos angustias todos los días”.
De acuerdo a la Gaceta Oficial 40.526 vigente se prohibió la venta de medicamentos y productos de primera necesidad desde el 24 de octubre de 2014. Se establecieron sanciones para quienes incurran en el delito y se ordenó a militares y policías hacer inspecciones y verificaciones constantes. Hasta ahora, la normativa se incumple.
“Ahora dependemos de los vendedores informales para conseguir las medicinas de emergencia. No nos queda de otra”. Marta Rodríguez, enfermera