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Muhammad Ali recorrió por última vez su ciudad natal cuando pasó frente a la pequeña casa rosa donde creció y el museo que lleva su nombre mientras cientos de dolientes a lo largo del camino elevaban sus puños y gritaban “¡Ali!, ¡Ali!” al ex campeón mundial de boxeo conocido simplemente como El más grande.
Un coche fúnebre llevó el ataúd rojo cereza de Ali, cubierto con un tapiz islámico, hasta el Cementerio Cave Hill de Louisville en una larga línea de limosinas negras tras un recorrido de 30 kilómetros a través del bulevar Muhammad Ali.
“Se levantó por él mismo y por nosotros, incluso cuando no era popular”, dijo Ashia Powell, esperando el paso de la carrosa fúnebre en una barandilla debajo de una carretera interestatal.
Los restos de Ali serían puestos a descansar al mediodía, su lápida sólo dirá “Ali’, en una ceremonia privada junto a la tumba, seguida en la tarde por un gran servicio conmemorativo al que asistirán más de 15 mil personas, incluidas el expresidente de Estados Unidos, Bill Clinton, y el comediante Billy Crystal.
El ataúd fue cargado a la carrosa fúnebre afuera de la funeraria mientras un grupo de portadores del féretro, que incluía a los ex campeones de boxeo Mike Tyson y Lennox Lewis, así como el actor Will Smith, esperaban en línea junto con los nueve hijos de Ali, su esposa, dos de sus exesposas y otros miembros de la familia.
Mientras la larga fila de limosinas negras pasaba rumbo al cementerio, los aficionados gritaban como espectadores de alguna de sus peleas, paraban los autos, sostenían teléfonos y carteles, corrían al lado del carro fúnebre y se acercaban a tocarlo. Se lanzaron tantas flores al parabrisas que el conductor tuvo que retirar algunas para ver el camino. Otros se quedaron en silencio y observaban con reverencia el paso del campeón.
Ali eligió el cementerio, que está en el Registro Nacional de Lugares Históricos, como su lugar de descanso final hace una década. Sus 130 mil tumbas representan un quién es quién de Kentucky, incluido el coronel Harland Sanders, fundador de Kentucky Fried Chicken.
El portavoz de la familia, Bob Gunnell, dijo que la lápida sencilla estará en consonancia con la tradición islámica.
Un servicio fúnebre tradicional musulmán se llevó a cabo el jueves, con un estimado de seis mil admiradores que llegaron de todas partes del mundo para presentarle sus respetos.
Entre los oradores programados para el servicio conmemorativo del viernes en el KFC Yum! Center estaban el ex presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, el comediante Billy Crystal y el periodista televisivo Bryant Gumbel. También se esperaba la asistencia del rey de Jordania y el presidente de Turquía.
El propio Ali decidió hace años que su funeral estaría abierto a los aficionados ordinarios, no sólo los VIP. Como resultado, miles de boletos gratuitos estuvieron disponibles y se agotaron en menos de una hora.
Louisville está acostumbrado a ser el foco de atención cada mayo durante el Derbi de Kentucky. Pero la muerte del tres veces campeón mundial de peso completo y embajador internacional de la justicia social representó uno de los eventos históricos de la ciudad.
El presidente Barack Obama no pudo hacer el viaje debido a la graduación de la secundaria de su hija Malia. Valerie Jarrett, asesora sénior de la Casa Blanca, planeaba leer una carta de Obama en el servicio.
Mike Tyson fue sumado a los portadores del féretro de último momento. Gunnell indicó que Tyson estaba molesto por la muerte de Ali y no estaba seguro si podría manejar el servicio fúnebre, pero al final tomó un vuelo nocturno para ser parte de la ceremonia.